Mes: mayo 2025

  • Biografía: Isaac Backus: apuntes sobre su vida

    Parte I:

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    Parte II:

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    Isaac Backus: apuntes sobre su vida

    (Toda la información de este documento ha sido tomada del libro A Memoir of the Life and Times of the Rev. Isaac Backus, A.M. by Alvah Hovey (1858) 1991 reprint by Gano Books, Harrisonburg, VA.)

    Linaje:

    Abuelos paternos

    Joseph Backus: oficial del pueblo de Norwich CT, miembro activo en su iglesia

    Su esposa: una mujer piadosa. Tuvo una larga vida. Isaac la honró como abuela.

    Abuelos maternos

    John Tracy: eminente por su piedad. Murió en 1726 (Isaac tenía 2 años)

    Padres (casados el 18 de enero de 1716):

    Samuel Backus (1693-1740). Agricultor. No se convirtió hasta 1736.

    Elizabeth Tracy (1698-17nn?). En 1721 “por la gracia de Dios (fue) hecha un miembro vivo de la familia de la fe”. Una mujer de gran piedad.

    En Octubre de 1752, fue encarcelada durante 13 días por no haber pagado las contribuciones (para sostener al pastor del pueblo), según consta en una carta enviada de ella a su hijo con fecha de 4 de noviembre, 1752 (AH, pág. 28-29)

    Nacimiento y educación.

    Nació en Norwich, Connecticut, el 9 de enero de 1724.

    Hovey comenta que muchos cristianos de la antigüedad no solían referir nada sobre su historia personal antes de ser nuevas criaturas, contando ese tiempo anterior como algo de poco valor porque estaban muertos en delitos y pecados. Backus asume también esa posición. No sabemos casi nada de él antes de su conversión.

    Ya en su vejez escribió que sus padres y abuelos eran miembros de la primera iglesia de Norwich (congregacionalista) y que criaron a sus hijos en la disciplina y amonestación del Señor (véase Efesios 6:4). Dice, “Fui bien educado en la religión cristiana y también en los principios de la libertad civil” (AH, pág. 31).

    En cuanto a su educación, fue básica, lo que el pueblo pudo proveer. Parece que aprovechó bien el tiempo y aprendió leer y a escribir dominando la lengua inglesa de aquel lugar, pero no tuvo la oportunidad de seguir adelante con estudios universitarios.

    No cabe duda que después de su conversión, o quizá antes, amaba la lectura y llegó a ser un buen estudiante con mucho entendimiento (AH, 31-32).

    Su conversión durante el “Gran Avivamiento” (1741)

    Fue convertido durante ese tiempo que llamamos el “Gran Avivamiento” que comenzó en 1734. Asociamos los nombres de Jonathan Edwards y George Whitefield (quien llegó a Nueva Inglaterra en septiembre de 1740) y los Tennant y otros con esta época. Antes de esa obra de Dios había un deterioro y declive severo en la práctica de la piedad. Era así también en Norwich, el pueblo de Backus.

    En 1741, mediante la predicación de un pastor llamado Wheelock así como otros que visitaron ese lugar, el Señor obró poderosamente tanto para la conversión de pecadores como para avivar el celo de santos que estaban decaídos.

    Tenemos el testimonio de Backus (AH, 37-40): »Esa obra (de Dios)», dice el Sr. Backus, «era tan poderosa, y la gente en general eran tan ignorante que tenían poco control de sus emociones. Muchos gritaban y caían al suelo en las reuniones. Pero (yo) tenía tanto conocimiento doctrinal, que nunca fui abrumado y vencido de esa manera. [Nota de NDV).

    Las manifestaciones físicas durante el Gran Avivamiento provocaron mucha discusión y confusión, hasta tropiezo para algunos (por no decir para muchos). Jonathan Edwards escribió un libro sobre el avivamiento y presentó este tema en su contexto. En suma, Edwards no negó que una persona podría gritar y caer al convertirse genuinamente, pero dijo que aquellas cosas en sí no son pruebas de la conversión. Esas cosas pueden manifestarse sin una conversión verdadera. En el caso de una conversión genuina habrá una transformación de vida y una evidencia del fruto del Espíritu, no importa si hay gritos y caídas o no.] Tampoco podía hacer caso omiso de mi preocupación y postergarla, como lo había hecho antes, esperando un tiempo más conveniente. No. A pesar de que estaba en buen estado de salud, vi que no tenía ningún derecho de vivir debido a mi pecado, y que Dios tenía derecho a quitarme la vida en un momento. Vi también que Él ahora me había dado la oportunidad de arrepentirme y volver a Él, y que, si la descuidara, estaría perdido por toda la eternidad. El tiempo desapareció de mi visión y una vasta eternidad estaba claramente delante de mí, sin ninguna esperanza de tener otro día de gracia, si no aprovechara bien el tiempo y descuidase mi responsabilidad.

    Esta convicción me movió al uso serio de todos los medios, públicos o privados, a mi alcance, para que obtuviera un buen corazón para poder venir a Cristo. Porque toda la sana doctrina, que había recibido por la bondad de Dios, no había producido en mí ideas mejores que esta: una buena disposición de ánimo era necesario para venir a Cristo para obtener la salvación.[Nota de NDV: esta idea es una trampa para muchos hasta el día de hoy.

    Hay que aprender lo que significa “Tal como soy…” ] Pero todo tipo de predicación que despertase mi conciencia y que ahora oía, y todos los libros que leí, estaban tan lejos de producir dicha disposición, que mi corazón parecía peor cada día; y vi las semillas de todos los males del mundo en mí. Mientras que otros estaban gritando y postrándose en angustia, me sentí como una bestia estúpida delante de Dios; y nada era más terrible para mí que el miedo a perder mis convicciones y ser dejado por Dios para tener un corazón duro y una mente reprobada; porque yo creía plenamente que ahora era mi único tiempo para obtener la salvación y que nunca tendría otro día de gracia. Tampoco podría soportar la posibilidad de ser engañado con una falsa esperanza. Cuando un ministro habló una vez sobre un caso como el mío, y luego dijo a sus oyentes: «Si esto es tu caso, no te desanimes, pero mira a ver si Dios no aparece rápidamente en tu ayuda», lo cual me llevaba poderosamente a desechar mi preocupación y esperar para recibir ayuda. Pero todo esto apareció claramente como algo que vino del adversario, y aumentó mi angustia. También, hubo una mañana cuando estas palabras vinieron a mi mente como con una voz audible: «No estás lejos del reino de los cielos.» Pero mi alma se alarmó por eso, por el temor de estar contento con algo menos que con una unión con Cristo, y esta alarma me hizo clamar a Él en busca de ayuda.

    «En el principio del mes de agosto, el Sr. James Davenport llegó a Norwich, donde fue recibido por los doctores Wheelock y Pomeroy, y durante tres días sin cesar se llevaron a cabo unas reuniones. Las personas que asistieron se vieron afectadas en gran medida y había esperanza de que muchos se hubieran convertido, mientras que en mi caso me puse peor y peor según mi propio punto de vista. La predicación poderosa, y la visión de muchos en una situación de angustia o alegría, mientras yo seguía como un pecador endurecido, causaron tanta inquietud en mi que no puedo expresarlo con palabras. Sin embargo, por este medio Dios me mostró la plaga de mi propio corazón y la locura de buscar la vida por mis propias obras. Mis lágrimas se secaron, y no pude encontrar nada bueno en mí. En lugar de esto me sentí inclinado a pelear con la soberanía y la justicia de Dios, y la libertad de su gracia, una gracia tan libre que no estaba obligado a tener piedad de mí, tomando en cuenta todas mis obras. El ver estas corrupciones aumentó mi angustia y me llenó de confusión ante Dios. Y como yo creía que esto era mi última oportunidad, y mis convicciones aparentemente iban amenguando, y la obra de Dios disminuyendo entre nosotros, ¡cuán horrible pareció mi caso! Pero los pensamientos de Dios son más altos que nuestros pensamientos como los cielos sobre la tierra; porque de esa manera Él me apartó de toda la confianza en mí mismo o en cualquier criatura, y me llevó a abrazar la salvación a su propia manera.

    »(Yo) estaba segando solo en el campo, el 24 de agosto de 1741, cuando toda mi vida pasada apareció claramente delante de mí, y vi que estaba lleno de pecado. Fui y me senté a la sombra de un árbol, donde percibí que mis oraciones y lágrimas, mi escuchar de la Palabra de Dios y mis esfuerzos para tener un corazón mejor, con todas mis otras obras, nunca podrían hacerme mejor, no importa cuánto tiempo viviera. La justicia divina apareció claramente apuntando a mi condenación, y vi que Dios tenía el derecho de hacer conmigo todo lo que quisiera. Entonces mi alma dejó todo en sus manos, se postró a sus pies, y se quedó en silencio y calma delante de Él. Y mientras me sentaba allí, pude ver, por la luz divina, la perfecta justicia de Cristo y dándome libertad y la riqueza de su gracia, con tanta claridad, que mi alma fue traída a confiar en Él para salvación. Y me maravillé que otros también no vinieran a Él, que es Quien tiene suficiente gracia para todos. La Palabra de Dios y las promesas de su gracia aparecieron más firme que una roca, y me quedé asombrado de mi incredulidad anterior. Mi carga pesada se había ido, los temores que me atormentaron huyeron, y mi gozo fue indescriptible.

    «Sin embargo, este cambio era tan diferente a las ideas que tenía antes sobre la conversión, que durante más de dos días no pensé que la había experimentado. Pero luego, leí un sermón que me describió los rasgos de los hijos de Dios, y yo tuve el testimonio interior de que esos rasgos habían sido hechos en mí: rasgos como un espíritu de oración, un odio al pecado, una victoria sobre el mundo, el amor a los hermanos, y amor a los enemigos. Así llegué a la conclusión de que entonces tenía el sello del Espíritu de Dios, que yo era su hijo. Nuevas ideas y disposiciones me fueron dadas; la adoración y el servicio a Dios y la obediencia a su Voluntad fueron el deleite de mi alma. Encontré más felicidad en aquellas cosas que las que nunca tuve antes en todas las vanidades del mundo; y esto he experimentado a menudo desde aquel entonces.»

    1742 Se unió a la Primera Iglesia Congregacional (11 de julio).
    1745 Se separó de la iglesia junto con una gran parte de la iglesia.

    Todos debemos reconocer que el separarse de una iglesia y participar en una división es un asunto muy serio. Parece que muchos cristianos serios y espirituales habían buscado la reforma de esa iglesia, pero vieron que no podían hacer nada. Entre las razones dadas para llevar a cabo la separación encontramos:

    1) Muchos permanecieron como miembros habituales, sin ser confrontados en cuanto a su manera de vivir, que era evidentemente contraria al Evangelio (o sea, no había disciplina en la iglesia);

    2) Parte de la razón por la que había falta de disciplina es porque el pastor declaró su fuerte apoyo y aprobación a unas prácticas eclesiásticas expuestas en una “plataforma” de algunas iglesias congregacionalistas, pero esa plataforma había sido rechazada por la iglesia antes de que el pastor fuera llamado para el oficio (y él había aceptado ser pastor sabiendo que la iglesia la había rechazado);

    3) Si bien muchas doctrinas verdaderas fueron predicadas, sin embargo había un descuido de la religión práctica y de sus aplicaciones que debían ser hechas con discernimiento;

    4) Muchas otras cosas fueron descuidadas por el pastor, que, según dice el Sr. Backus era necesario aplicar en la Iglesia porque, «mi alma bien sabía que era la obra de Dios«;

    5) El pastor tampoco era amigo de lo que fue llamado la «predicación humilde» y había utilizado su autoridad para todo lo contrario. (AH, 42-43).

    A la larga había más personas en esa nueva iglesia que en la vieja y, en las reuniones políticas del pueblo, los miembros de la nueva iglesia tenían más votos que los de la otra. Votaron para no pagar la aportación económica que sostenía al ministro de la antigua iglesia, sin embargo, la Corte General de Connecticut mandó que se pagara y los que rehusaron fueron encarcelados. Por esa razón hubo más de 40 personas, hombres y mujeres que fueron encarcelados en un año (AH, 42, nota 2).

    Los que saben algo de Jonathan Edwards se acordarán de cómo tuvo la misma lucha como pastor, y a la larga, por su oposición a la práctica de permitir a los incrédulos participar de la Santa Cena, fue despedido como pastor. Debido a los escritos de Edwards, muchas iglesias se separaron para tener una iglesia compuesta de verdaderos miembros santos. Estas iglesias separatistas fueron llamados despectivamente “New Lights” (“nuevas luces”), como si tuvieran nueva luz sobre la verdad. Backus admitió que a veces había contenciones y cosas muy extremistas dichas por ambos lados. Confesó que él mismo a veces había caído en ese aspecto (AH, 46).

    Muchas de las iglesias separatistas (o quizá todas) enfatizaron la necesidad de tener pastores piadosos, convertidos, con discernimiento bíblico y espiritual. Para esas iglesias no era necesario que sus pastores tuvieran una educación clásica, que conocieran latín, griego y hebreo. De hecho, afirmaron que muchos de los que podían leer la Biblia en los idiomas originales no tenían nada del Espíritu Santo (aunque algunos sí, como pudieron ver en el caso de Edwards y otros).

    Isaac Backus obviamente creía esto. No había estudiado la Biblia en griego, ni en hebreo ni en latín, solamente en inglés, pero estaba convencido de que Dios le había llamado a predicar, y muchos estuvieron de acuerdo. La iglesia separatista de Norwich fue establecida en 1745 y en 1746 Backus fue conducido por el Espíritu Santo a dedicarse al ministerio de la reconciliación (AH, 60).

    1746 Llamado a predicar el evangelio, septiembre.

    Backus escribió sobre su llamamiento inicial: (Véase) **

    1746-47 Predicó el evangelio en varios pueblos de MA, RI y CT.
    Predicó incansablemente, aunque las dificultades y los peligros no cesaban. Pero vio la bendición del Señor sobre su predicación. Al finalizar el año 1747 visitó por primera vez el lugar en el cual iba a pasar más de 50 años como pastor.

    1748 Predicó regularmente en una congregación separatista (“New Lights”) en el distrito de Titicut de Bridgewater, MA. En febrero de ese mismo año les ayudó organizarse como iglesia con artículos de fe e impacto (16 miembros). El 31 de marzo había 34 miembros y unánimemente llamaron a Backus para ser su pastor.

    1748 Ordenado como pastor, el 13 de abril (sin mucha ceremonia), a pesar de una prohibición de las autoridades locales.

    Dice Backus, Cuando yo vine a este lugar no esperaba permanecer ni quince días, sin embargo, he estado aquí cada día de reposo durante cinco meses; he predicado ciento veinte sermones, una iglesia ha sido formada y me han ordenado como pastor; y hay razones para esperar que cerca de veinte almas se hayan convertido. (AH, 73).

    Al finalizar ese año había en torno a 60 miembros.
    Mantenía un diario, muy franco y variado.

    1749 Predicó tanto en su propio entorno como en los alrededores.
    En su iglesia había muchos convencidos de que solamente los regenerados debían tener privilegios en la iglesia (como los Bautistas).
    Predicó un sermón de Romanos 6:4 a favor del bautismo por inmersión de los creyentes, pero poco después retrocedió (AH, 85ff).

    Backus viajó a Norwich, y después de pasar algunas semanas predicando, visitando, y atendiendo a los asuntos seculares, regresó a su iglesia el 23 de septiembre. Mientras tanto, como él pensaba, se había establecido totalmente en su anterior opinión, de que sólo los creyentes y sus hijos tienen derecho al bautismo, y que en cuanto al modo, cada uno debe estar plenamente convencido en su propia mente y actuar en consecuencia. Su trato durante este viaje con los ministros separatistas pudo haber ayudado a tal conclusión. Sin embargo, estaba en ocasiones dolorosamente desconcertado en cuanto a fijar la línea más allá de lo que cada cual tenía derecho respecto al bautismo; porque sabía que Abraham circuncidó no sólo a los niños menores de edad, sino también a sus trescientos criados. A partir de esta dificultad, sin embargo, él se refugió en su ignorancia, confesando, como Pablo lo hace, que «ahora vemos por espejo, oscuramente».

    En una reunión de la iglesia, el martes, 26 de septiembre, hizo una confesión completa, y se retractó de las ideas expresadas en su sermón sobre el bautismo. Los que habían sido bautizados por inmersión se sintieron decepcionados y ofendidos al oír a su pastor retractarse; y el siguiente Día del Señor se reunieron aparte para el culto religioso.

    … En la tarde del sábado (cristiano) siguiente, 08 de octubre, Backus habló sobre las palabras de David: «…Aquí estoy, haga de mí lo que bien le pareciere” (2Sa 15:26 R60), y luego habló de su dolor por predicar contra el bautismo infantil, llegando incluso a declarar que él estaba dispuesto a aventurarse en la eternidad en esa práctica; y procedió a bautizar a un hijo de la hermana de Richmond.»

    Pero en ese caso también era culpable de imprudencia y después de este episodio, (en 1752) hizo esta nota: «Aunque pensé que esa manera era correcta, sin embargo, esas expresiones que hice públicamente, referidas a aventurarme en la eternidad en esa práctica, indicaron una mayor certeza de lo que realmente tenía en ese momento en mi propia alma, que a menudo me ha hecho llorar delante del Señor».

    Poco después de los acontecimientos que hemos citados, el Sr. Backus resolvió cerrar la investigación de este tema que estaba producíendo ansiedad, y tratar el bautismo infantil como una ordenanza del evangelio.

    Pero este asunto acabaría de otro modo; y antes de que pasaran algunas semanas fue llevado a hacer un alto en su camino para responder a la siguiente pregunta: ¿En qué relación se encuentran respecto a la iglesia de Dios los que han sido bautizados y que todavía no son creyentes? La pregunta no fue propuesta por nadie, sino por el Espíritu de Dios, y no podía quitarla de su mente. Pero ahora se movía lentamente, y sólo después de dos años de espera dolorosa y a través del estudio pudo llegar a una conclusión satisfactoria.

    1749 Se casó con Susanna Mason, el 29 de noviembre. (Le conoció por primera vez en enero de 1747 cuando predicó en Rehobot, MA; Se comprometieron en julio de 1749 y comunicaron su intención de casarse en septiembre).

    1750 Continuó predicando, pero con luchas internas sobre el bautismo.

    1751 Bautizado con 6 miembros de la iglesia, el 22 de agosto, por el anciano Benjamin Pierce, de Warwick, RI. (AH, 93)

    Pero este acto no le trajo hasta el punto de tener reposo. Poco a poco, con la investigación cuidadosa, y obligado por la presión de la verdad, pudo llegar paso a paso a su posición final. En este tiempo no se consideró como un Bautista, ni deseó una conexión con esa denominación. Su objetivo era cumplir con el rebaño sobre el cual había sido colocado por el Espíritu Santo; y como varios de los miembros creían que la práctica del bautismo de niños era escritural, en el caso de ellos Backus propuso que el rito fuera administrado por pastores vecinos. De esta manera, le parecía posible que toda la iglesia permaneciera en paz y sin violencia respecto a las convicciones de cualquiera. (AH, 95ff)

    Hubo problemas en la iglesia y fueron convocados concilios, pero no había paz.

    1751 Carta de Backus a la iglesia sobre el bautismo (18 noviembre). (AH, 102-3)

    1754 Siguió estudiando sobre el asunto del bautismo y las divisiones. En una carta a su madre, reflexiona sobre una gran reunión de iglesias separatistas (“New Lights”) donde podemos ver algunos de sus sentimientos (AH, 112).
    » Stonington, a 01 de enero de 1754.

    «Mi querida Madre: Sé que esperaba que fuese a Norwich ahora, pero creo que mis circunstancias no me lo permitirán. Dejé bien a mi familia el lunes por la mañana… Ahora, en cuanto a los asuntos de Sion, mi corazón está muy triste y agobiado… Ay, ¡cual será el fin de estas cosas! Las operaciones de esta triste reunión a menudo me han hecho pensar en una observación del señor Flavel referente a divisiones y disputas que ocurrieron en su día sobre los mismos puntos. Dice que llegaron a tal extremo que parecía como si una de las partes podría devorar a la otra, y sin embargo Dios no permitió que fuera así, pero dejó al enemigo poner las manos sobre todos, y ahora, dice, tenemos una oportunidad de hacer amistad de nuevo en la cárcel. Dios sabe si tal vez no sea así ahora, si el arrepentimiento y la reforma no lo impiden; que nos lo conceda Dios en su infinita misericordia. No puedo abundar más ahora; pero concluyo con mi deber y con el amor a todos mis amigos. Amén.
    Isaac Backus «.

    Reunión de separatistas en septiembre.

    Esa reunión parece haber sido la última reunión de las iglesias independientes como un cuerpo. Los bautistas fueron ampliamente representados y en general favorecieron la comunión abierta, mientras que los líderes que apoyaron el bautismo de los niños estaban ausentes y así dieron a entender que se inclinaban hacia una comunión restringida. (AH, 112-113).

    1754-55 Backus examinó nuevamente los argumentos usados para apoyar la comunión abierta. “Y mientras él creía que los cristianos deben, en la medida de sus posibilidades, caminar unidos en la verdad divina, percibió que una regla no debería ser echada a un lado con el fin de unirse a otra. ‘El bautismo’, dice, ‘y la Cena del Señor parecen ser ordenanzas de Cristo de igual peso, y la una ha de ser colocada antes que la otra, y por lo tanto, después de muchos clamores por la dirección divina y después de mucha búsqueda de las Escrituras, fui obligado a ceder en que no debemos recibir a la mesa del Señor a los que no han sido bautizados según la regla del evangelio. Fui convencido de que habíamos impuesto a los cristianos nuestra regla en lugar de la Palabra de Dios; porque su Palabra requiere una confesión creíble de la fe salvadora para el bautismo, y si tomamos la Santa Cena con alguno que sólo fue rociado en la infancia, esto implica que tenemos comunión con personas no bautizadas, algo que los paidobautistas mismos no profesan hacer’.’’ (AH, 115-116)

    1756 Pacto hecho entre 6 personas conforme a los principios bautistas. (AH, 117)

    Carta a su madre, 26 de Enero.

    «Hemos quedado tan fragmentados y divididos que hemos sido incapaces de actuar como un cuerpo por algún tiempo, aunque un mayor número de personas se han reunido últimamente para el culto público. Por medio de mucha experiencia y por una búsqueda más profunda de la Palabra de Dios, estoy convencido de que no es ni agradable ni conveniente para aquellos que difieren tanto acerca de la primera ordenanza del Evangelio (a saber, el bautismo), como lo hacemos nosotros, que edifiquemos juntos, o, en los casos ordinarios, que tratemos de continuar juntos en las ordenanzas especiales de la iglesia; sin embargo, al mismo tiempo, me gustaría trabajar sinceramente para mantener todo el amor cristiano y la libertad en las cosas en las cuales estamos de acuerdo. Después de varias conferencias voluntarias y viendo claramente nuestro camino, en una reunión hecha al propósito el 16 de enero, seis de nosotros, siendo de esta misma mente, firmamos solemnemente de nuevo un pacto entre nosotros, y como espero, con algo de verdadera libertad y con sentido de las cosas divinas. Y no puedo dejar de esperar que este pueblo todavía sea salvado felizmente. Es posible que esta noticia sea dolorosa a tu mente; algo, que por el tierno amor que hay entre nosotros, quisiera no hacer; sin embargo, estoy convencido de que eres sensible a la verdad de que cada uno debe vivir según la luz más clara que tenga, no importa si otros son de una mente diferente. Y, sin duda, en estas cosas podemos confiar en el texto, Filipenses 3:15, «y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios” (R60). Ahora, entregando nuestro caso en Sus manos, con deseos de ser recordado s por usted ante el Trono de la Gracia, se despide atentamente, con más amor del que puedo expresar,
    I. Backus «. (AH, 117-118)

    1756 Iglesia formada (6 miembros) 16 enero; 3 miembros más, 22 marzo; 1 más, aceptado como diácono y Backus llamado como pastor, 6 abril; Backus instalado como pastor, 23 junio. (AH, 119)

    1756-1767 Durante el periodo de 11 años no hay tanta información como la que nos gustaría tener. Pero usando lo que ha llegado hasta nosotros, se ha calculado que, entre 1756 y 1767, Backus bautizó a 62 personas; predicó 2.412 sermones; viajó 14,691 millas (24.975 kms) más allá de su “iglesia”. (AH, 130)

    Hay varias cartas a su madre que Hovey incluyó en la biografía (pág. 134-138). Hovey nos muestra como en ellas podemos ver a un hombre que pensaba en Dios: estricto en el examen de sí mismo, dado a la oración, y estudiante diligente de la Palabra de Dios.

    Hay una carta que escribió en 1764 a Benjamin Wallin, un hombre que vivía en Londres. Esa carta contiene mucha información histórica importante sobre la vida en las colonias de Nueva Inglaterra, sobre el avivamiento, y sobre las divisiones entre el pueblo del Señor y de las persecuciones. (AH, 139-143).

    1756 Publicación de “La diferencia entre la esclava y la libre” (AH, 144)

    1763 Escribió sobre cómo la ignorancia espiritual actúa en contra del conocimiento doctrinal. (AH, 144ss)

    1764 Una carta al pastor de la iglesia antigua establecida en el pueblo de Norwich, respondiendo a las acusaciones hechas en contra de los separatistas (AH, 146ss)

    1765 Escogido como síndico del Colegio de Rhode Island (152) y en ese mismo año escribió una carta a Dr. John Gill, esperando que les ayudara a conseguir libros. Renunció como síndico en 1799 porque no pudo cumplir debidamente. (152-154)

    1766 Publicación de un discurso sobre el deber de la oración en familia (149)

    1767 Publicación de La Fe Verdadera Producirá Buenas Obras (150)

    1767 Formación de la asociación de iglesias bautistas Warren (RI). Backus fue elegido como secretario (“clerk”) e hizo el informe de la primera reunión. (155) Al principio muchas iglesias procedieron con dudas, por temor de que la asociación pudiera interferir en las iglesias particulares. Pero poco a poco, una vez convencidas de que no habría tal interferencia, casi todas las de Nueva Inglaterra se unieron. Había una reunión anual, porque las iglesias estaban lejos unas de otras. (155-156)

    Esfuerzos para que las iglesias tuvieran libertad.

    El capítulo XII (157-172) da una historia de las leyes de la colonia de Massachusetts y muestra el poder y control de las iglesias establecidas y las restricciones aplicadas a cualquier disidente.

    En 1636, Roger Williams, un anciano de la iglesia, fue desterrado por sus ideas “peligrosas”. Le dieron 6 semanas de plazo para salir. Con el tiempo logró conseguir una carta del rey de Inglaterra para establecer la colonia de Rhode Island en la cual había bastante libertad.

    En el año siguiente, los jesuitas fueron desterrados y cualquiera que hubiera sido hallado una segunda vez con esas ideas se hubiera expuesto a la pena de muerte.
    Cualquier persona excomulgada que no arreglase el asunto en el plazo de 6 meses sería expuesto a varias penas, como multas, cárcel, ser desterrado o algo peor.

    Todos los habitantes tuvieron que aportar recursos a la iglesia establecida, sin tomar en consideración su relación con esa iglesia.

    En 1644, cualquier persona opuesta al bautismo de bebés fue desterrada.

    En 1646 impusieron una ley por la que cualquier persona que no asistiera a los cultos establecidos sin una razón válida, tendría que pagar 5 chelines de multa. Había otras multas y castigos en caso de que alguna persona se opusiera a la Palabra o al ministro.

    Los “cuáqueros” no pudieron vivir en Massachusetts y algunos de los que rehusaron salir perdieron su vida (2 en 1659 y otros 2 en 1660). En 1661 el rey de Inglaterra prohibió tales castigos contra ellos.

    En 1665 una iglesia bautista fue establecida en Boston y los bautistas sufrieron mucho durante varios años.

    En 1728 hicieron unas leyes, supuestamente dando una exención a los bautistas (a los que siempre llamaron anabaptistas), pero los magistrados hicieron caso omiso de la ley (porque no había ningún delito por haber hecho caso omiso) o fueron exigentes en extremo demandando varias pruebas de que los bautistas realmente eran genuinos.

    Backus vio a muchos sufrir. Su propia madre fue encarcelada una vez durante 13 días cuando ella estaba enferma.

    En el capítulo XIII, Hovey continúa destacando los esfuerzos de Backus para obtener libertad religiosa. (173-187)

    El diario de Backus que cubre este tiempo se perdió, pero hay mucha otra documentación que muestra la parte activa de Backus.

    La Asociación Warren recibió muchos informes de opresión de las iglesias y los pastores tomaron medidas para presentar peticiones a las cortes de Massachusetts y Connecticut, presentando sus quejas.

    En julio de 1770 solicitaron (por un anuncio) a los oprimidos que sometieran sus casos, bien documentados, a la asociación. En la reunión anual en septiembre, votaron unánimemente para buscar alivio, aun en Inglaterra si fuera necesario (aunque, en términos generales, los bautistas no quisieron tratar con Inglaterra).

    Backus fue miembro de la comisión que estaba tratando con el asunto. A pesar de su distancia del centro de acción, fue uno de los miembros que mejor trabajaba.

    El capítulo XIV (188-200) sigue la historia de Backus, pero enfocando su trabajo como el agente oficial de la asociación, porque el primer agente murió.

    Capítulo XV (201-213) cuenta de la visita al congreso continental en Philadelphia, y como los de Massachusetts negaron sus reclamaciones y afirmaron que no iban a abandonar el que fuera una iglesia establecida por ley.

    Capítulo XVI (214-231) Resultados de la visita a Philadelphia (calumnia). Massachusetts siguió postergando el asunto de conceder libertad de adoración.

    Capítulo XVII (232-244), donde trata de la carta de derechos en Massachusetts y la falta de éxito en obtener la libertad.

    Capítulo XVIII (245-264), Libertad al fin. En la nueva constitución había una provisión que los bautistas usaron para ganar en las cortes. El efecto fue saludable, pero hubo varios contratiempos antes de recibir verdadera libertad. En Massachusetts no hubo tal libertad hasta 1833, mucho después de la muerte de Backus.

    Capítulo XIX (265-281) toma en cuenta las labores de Backus como pastor e historiador. Siempre trabajabando como pastor. Aun en los años peores hubo 2 o 3 bautismos. En 1780, durante la guerra, hubo un avivamiento, y durante ese tiempo Backus bautizó a 75 personas.

    En el año 1780, Backus dice que viajó 1,918 millas y predicó 248 veces.

    El año siguiente, viajó 1, 404 millas (3.260 kms) y predicó 250 veces.

    En 1789 hizo un viaje al sur de los EEUU.

    Muchos le buscaron para oír sus consejos. (274-275)

    Capítulo XX (282-306) Cartas de varias personas.

    Capítulos XXI (307-326) trata de su carácter.

    Vivió con su esposa durante 50 años. Tuvo 9 hijos.

    Fue diligente, sabio y ardientemente piadoso.

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  • Biografía: Notas sobre la vida y ministerio de Rolfe Barnard (1904-1969)

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    Notas sobre la vida y ministerio de Rolfe Barnard (1904-1969)

    Hace algo más de 55 años que salí de mi casa para pasar el verano trabajando en Lexington, KY. Luego en Septiembre de ese mismo año (1959) comencé mis estudios bíblicos y teológicos en Lexington Baptist College. Durante ese verano conocí a John Thornbury, un hombre soltero, quizás unos 7 años mayor que yo, pastor de una iglesia bautista. Poco a poco, en la providencia misteriosa de Dios, llegué a saber más de él, de su amor al Señor y de los libros puritanos que tenía. En ese proceso nos habló de su conversión y por primera vez en mi vida (que yo recuerde) oí el nombre de Rolfe Barnard. Ese hombre fue usado por Dios en la conversión de John Thornbury, y John nos contó cosas de él que nos dejaron atónitos y por lo que alabo al Señor que puso a ese hombre en el camino de John y de muchos otros.

    De hecho, es muy posible que yo no estuviese aquí hoy si no fuera por John Thornbury, porque fue él quien me invitó a oír predicar a Albert N Martin en su iglesia en la primavera de 1962. El impacto de esa predicación ha sido duradero. Por John Thornbury conocí los escritos puritanos, y a hermanos del movimiento de la gracia soberana. John fue el instrumento que Dios usó en su providencia para que conociera al pastor Martin y después a Eugenio Piñero. Pero, el punto que hago ahora es que no hubiera conocido a Thornbury si no fuera por Rolfe Barnard. En ese sentido, en la cadena de sucesos de la providencia de Dios, varias cosas han pasado en mi vida indirectamente por Barnard, por medio de Thornbury.

    Luego conocí a otros que conocieron a Barnard personalmente o que sabían mucho de él y tenían grabaciones de sus sermones (que están disponibles), como Drew Garner, que pastoreó una iglesia en Houston, TX y Norbert Ward que publicó una revista en Tennessee, quien nos visitó en PR y nos ayudó en la publicación de nuestra revista “Heraldo de Gracia”. Ward me dio una grabación (o más) de un sermón de Barnard. Me acuerdo la impresión sobre mi alma de un sermón sobre Hechos 2:36 en el cual habló sobre el señorío de Jesús y en una parte dijo claramente algo como esto, El asunto no es ¿qué vas a hacer con Cristo?, sino, ¿qué va a hacer Cristo contigo?

    Confieso que no he ido a internet para escuchar sus sermones. Mi interés en él fue renovado cuando el pastor Jeffery Smith (Iglesia Bautista Emmanuel de Coconut Creek, FL) le mencionó en una conferencia de pastores en Montville, dando una cita de una nueva biografía de Barnard, que tiene como título God’s “Hitchhike” Evangelist (El evangelista de Dios que buscó viajes gratis, o sea para llegar a los sitios donde iba a predicar), escrito por E A Johnston, Revival Literature.

    Compré el libro y leí las partes biográficas, y algunas otras, pero no leí todos los 10 sermones incluidos como ilustración de su predicación. La mayor parte de lo que presento aquí procede de ese libro, y del testimonio de John Thornbury, del que ese libro también incorpora en gran parte, y también aparece (pero sin su nombre) en http://www.thebibleistheotherside.org/message13.htm.

    Nacimiento y primeros años hasta su tiempo en Baylor.

    Barnard nació el 4 de agosto de 1904, en el estado de Alabama, en un pueblo llamado Gunterville, donde hay un lago y un parque estatal en la actualidad. Sus padres, James (Jim) y Julia eran cristianos de buen testimonio. Tenían su tiempo de adoración en familia. Rolfe fue el tercero de 7 hijos (3 varones y 4 hembras).

    El padre de Rolfe fue el superintendente de la escuela en ese lugar, y Barnard fue criado en ese ambiente académico en el que vio la importancia de una buena educación y del amor por los libros. Leía libros e imaginaba cómo quería que fuese su vida.

    Hay dos cosas que quisiera mencionar en relación a este hombre en su etapa de juventud. Son hechos a las cuales él mismo dio importancia en su historia personal:

    1) No sabía que, desde su nacimiento, sus padres le habían ofrecido a Dios con el propósito de que fuera un predicador. No le dijeron nada hasta que estaba estudiando en la universidad.

    2) También, cuando tenía 11 años, Barnard respondió a un llamamiento para servir a Cristo. Barnard no era salvo cuando hizo eso, pero luego declaró que Dios no devuelve lo que le es dado. En su caso, Dios persiguió a ese hombre para que no cumpliera su propia voluntad como trató de hacer durante un tiempo en su vida.

    Mudanza a Texas, sus estudios universitarios, su carrera preferida y su ateísmo

    La familia Barnard se mudó a Abilene, Texas, cuando Barnard era adolescente. A 15 años de edad comenzó sus estudios en la Universidad Hardin Simmons. Rolfe decidió que quería ser abogado. Después de terminar en Hardin Simmons, ganó una beca para estudiar en la escuela de leyes de la Universidad Baylor, una universidad bautista. En ese tiempo un conocido bufete de abogados esperaba su graduación.

    Aparentemente cuando estaba en Hardin Simmons y cuando sus padres vieron sus intenciones de realizar una carrera de leyes, decidieron comentarle cómo se habían comprometido para ofrecerle a él al Señor y al ministerio. Esas palabras no le gustaron a Rolfe porque ya tenía sus planes, y esos planes no incluían ser un predicador. De allí en adelante había una batalla contra Dios, porque en su mente, él asociaba el creer en Dios con el servicio en el ministerio de la predicación, y no quería eso.

    Cuando Rolfe estudiaba en Baylor logró muchos honores. Era un hombre alto, bien parecido y querido por muchos. Podía debatir bien, participó en las producciones de teatro de la escuela, pero especialmente ganó fama (o mejor dicho, mala fama) porque dijo que era ateo. Como era un estudiante excelente y un líder en el campus, sus profesores se molestaron con él, especialmente, porque estaba llevando a otros estudiantes hacia el ateísmo. Después de su conversión, lamentó que hubiera encaminado a tantos al infierno en aquellos tiempos.

    Todo eso salió de él porque no quiso ser un predicador. No quiso vivir con pan de maíz y agua (como decía) cuando tenía la esperanza de trabajar con abogados de prestigio. En su rebeldía, formó un club de incrédulos, y logró tener como 300 estudiantes en el grupo. Pero, después de su conversión, dijo que vivía con el temor del infierno. Por el día, debatía argumentando que no hay Dios, y por la noche le rogaba a Dios que no le matase. Era un infeliz, engañando a otros estudiantes que no sabían nada de su gran lucha interna.

    Había un profesor de inglés que oraba por su salvación (y sus padres también estaban orando por su salvación). Barnard habló de ese profesor en un sermón, expresando su convicción de que Dios había oído esas súplicas que nunca dejaron de realizarse y que decían, “Rolfe, no puedo dejarte ir al infierno.”

    Su conversión.

    Antes de seguir su carrera como abogado, Rolfe quería pagar unas deudas, y consiguió un trabajo como maestro en un pueblo en la parte norte de Texas, aparentemente en el pueblo llamado Panhandle, relativamente cerca de Amarillo. En aquel entonces, para enseñar en una escuela en Texas, era necesario ser miembro de una iglesia. Con esto en mente, Barnard se unió a una iglesia bautista, un domingo por la mañana, mediante el compromiso de obtener una carta de recomendación. (¡Imagínense la condición de la iglesia que todavía no le tenía como miembro!). Pero a pesar de este favor, no volvió para el culto del domingo por la noche y tampoco fue el miércoles, y a pesar de todo ¡le eligieron para enseñar en la clase dominical de los hombres! Al saber esto, sintió que no podía rehusar y por tanto empezó a enseñar en esa clase con gran dominio (porque sabía mucho de la Biblia). Pero dentro de sí sabía que era un hipócrita. Algún tiempo después el pastor renunció y durante 2 o 3 domingos no hubo predicación. Barnard estaba compungido por su hipocresía, se sintió totalmente acechado y acosado por el Señor, y un domingo por la tarde, se encerró en su cuarto, puso su Biblia en el suelo y sepultó su cara en ella diciendo: “Señor, si me salvas o si me condenas, predicaré de ahora en adelante”. Dios le dio paz. Dejó su hipocresía y el engaño diabólico en el que estaba inmerso.

    Ese mismo día decidió ir y hablar con el superintendente de la escuela dominical de la iglesia, el Sr. Mills, y le dijo, “Hermano Mills, he venido para decirte que el Señor me ha salvado y quiero predicar el domingo que viene.” El hermano respondió, “Bueno, al fin” (en inglés, “Well, it’s about time” ). Barnard no supo cómo entender esa reacción, porque eso no era lo que él esperaba. El hermano explicó que cuando la madre de Barnard supo que iba a estar en esa iglesia, escribió cartas idénticas al superintendente de la escuela dominical y al pastor (así, sin nombres), diciendo, “Mi hijo va a tu pueblo para enseñar en la escuela (pública). Ha sido llamado para ser un predicador. No es salvo. Su vida es un desastre. No le permitan tener un momento de paz”. El superintendente continuó, “Muchacho, eso es lo que hemos hecho. Sabíamos que no eras salvo, pero te escogimos para ser maestro de la clase dominical de los hombres. Nos hemos reunido una vez por semana, orando diciendo:, ‘Señor, que este joven tenga más presión’. Hemos estado esperando.”

    Algunos creen que los tejanos son raros o especiales o algo así, y no sé qué decir sobre los métodos de esos cristianos tejanos. Pero, Dios obró para la salvación de ese hombre que fue dedicado desde el vientre de su madre, y que hizo una promesa en su ignorancia cuando tenía 11 años. De allí en adelante, Rolfe Barnard predicó la Palabra hasta su muerte en 1969.

    Primeros pasos en el ministerio.

    Cuando el Señor le salvó, Barnard escribió 2 cartas, una a su madre y otra al profesor de inglés en Baylor, al que siempre había buscado su salvación.

    La noticia de su conversión llegó a los oídos del presidente de la Universidad de Baylor y ese hombre llamó al superintendente de la escuela donde Barnard estaba enseñando. Pidió al superintendente que diera a Barnard una semana libre para que pudiera ir a Baylor y hablar a los estudiantes. Llamó a Barnard diciendo que quería que fuera para deshacer, en lo que pudiera, todo el mal que había hecho. Durante una semana cumplió con su cometido, tratando de deshacer el mal realizado anteriormente, proclamando la verdad. Algunos creían que estaba loco y le rechazaron por completo, muriendo en su rebeldía.

    Barnard fue ordenado al ministerio en la iglesia a la que pertenecía como miembro. En uno de sus sermones (citado por Johnson), dice, “Nunca olvidaré cuando fui ordenado. Me acuerdo de mi amigo, quien partió al cielo hace ya muchos años, y predicó el sermón de mi ordenación. Yo era un hombre joven que creía que sabía ‘todo’, y por eso mismo no sabía nada. Estaba llena de vitalidad y vigor, y pensé que si me soltaran en el mundo durante un año, podría convertir a todo el mundo. Y allí estaba yo, en pie frente a ese predicador, y entre las cosas que me dijo recuerdo estas palabras, ‘Hijo, no sabes lo que implica el ministerio en el qué estás entrando. Aún puedes creer, pero habrá noches cuando no podrás dormir. Tu esposa no podrá consolarte, tus seres queridos no podrán consolarte. Los cielos estarán oscuros y desearás la muerte. No sabes cuantos dolores de corazón vas a experimentar. No te das cuenta todavía de la oposición de Satanás o de la depravación absoluta de los hombres, aun de hombres buenos. Quisiera recordarte una cosa: Rolfe, limítate a la Biblia, no vayas más allá de la Biblia y predica la Palabra’.

    Alrededor del año 1926, Rolfe Barnard fue enviado por los Bautistas del Sur a establecer una iglesia en un pueblo nuevo, en un lugar donde habían descubierto mucho petróleo. El pueblo se llamaba, Borger, Texas, tenía una sola calle de 2 millas y media de largo (4,25 kms) con casinos, barras, salones de baile y casas de prostitución. Los bautistas habían comprado un solar y mandaron a Barnard para comenzar la obra. Llegó siendo joven, no estaba casado todavía, era el único predicador en el pueblo. La gente le llamaba “the preacher” (el predicador).

    Barnard encontró un salón de baile en venta y asumió el compromiso de comprarlo. También contrató a un hombre para edificar en ese solar de los bautistas. No había fondos para el edificio y para realizar el trabajo, de manera que Barnard hizo una recolecta en los negocios del pueblo con el anuncio de que iba a edificar en ese solar donde la Palabra sería predicada. Muchos aportaron, mucho más de lo necesario para el trabajo. Cuando alguien le dijo que no debía aceptar el dinero del diablo para hacer la obra del Señor, Barnard le dio las gracias por su observación, pero dentro de sí él sabía que Satanás no tiene dinero, porque todas las riquezas pertenecen a Dios.

    En su recorrido por los distintos negocios que había en ese pueblo, llegó al del Sr. Borger, el hombre más poderoso del lugar. El pueblo llevaba su nombre porque este hombre controlaba casi todo. Cuando llegó al negocio de este señor, había un buen grupo de personas que le estaban esperando porque ya sabían lo que estaba haciendo. Cuando llegó, le dijeron que no iban a donar un centavo sin oírle predicar. Barnard aceptó y antes de empezar tomaron una foto de Barnard al lado de un par de alguaciles, él con su Biblia y ellos con sus dos pistolas. Esa foto apareció en varios periódicos.

    Llevaron un barril usado de cerveza y Barnard se subió y predicó sobre Eclesiastés 12:7, “y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio.” Les dijo que todos iban a morir y también que iban a perecer si no se arrepentían. El Espíritu Santo obró de una manera tan poderosa que 7 hombres cayeron al suelo confesando al Señor Jesucristo. En su narración sobre esto, Barnard dijo que estas siete personas formaron parte de los miembros fundadores de la iglesia (que todavía existe), y fueron los primeros diáconos también.

    Barnard trabajó en ese pueblo de 50.000 habitantes durante 16 meses. Bautizó 2.361 personas. Como era el único predicador, le llamaron para predicar en los funerales. Según su testimonio, mantuvo un promedio de 3 funerales al día. Una vez, había 7 en un día. Convivió con la muerte, y parece que la experiencia de aquellos días al estar junto a personas que le llamaban cuando estaban muriendo porque no querían ir al infierno, dejó una profunda huella en su alma.

    Hubo un tiempo cuando el gobernador de Texas trató de limpiar ese pueblo. Barnard acompañó a los “Texas rangers (policía estatal)” y le permitieron prender fuego para destruir las máquinas que usaban en los casinos. También echaron fuera en torno a 1.200 prostitutas, pero, según él, pronto volvieron, porque los hombres son corruptos por naturaleza y solamente un milagro de la gracia divina puede salvarlos.

    Matrimonio, estudios teológicos y próximos pasos en el ministerio.

    Rolfe Barnard se casó con Hazel Hayes Hilliard en Amarillo, TX, el 25 de octubre de 1927. En enero de 1928 comenzó sus estudios teológicos en Southwestern Baptist Seminary. Había unos buenos profesores en ese seminario que fue establecido por los esfuerzos de B H Carroll. Al principio, Rolfe no quería aceptar la soberanía de Dios en la salvación de pecadores, pero mediante un libro de sermones de B H Carroll que había comprado por 10 centavos, el Señor le convenció y de allí en adelante su predicación fue diferente, y con el resultado de que muchos le rechazaron. Ese libro de 10 centavos le costó mucho. Un hombre que conozco personalmente, que hizo su doctorado en SWBS, me dijo que tuvo acceso a los expedientes de unos estudiantes de antaño. Encontró el expediente de Rolfe Barnard, y vio que alguien había escrito una nota “This man is lost to our cause” (Este hombre se ha perdido para nuestra causa).

    Barnard pastoreó en varios lugares, pero también viajó mucho predicando acá y allá según fue invitado. Visitó Nueva York para conocer a una famosa misión llamada “Bowery” (misión dedicada a la búsqueda de la salvación de alcohólicos y otros).

    En esos primeros años, él y su esposa pasaron por el gran dolor de ver morir a su hija de tres años y medio. Muchas veces nuestro Señor usa grandes aflicciones para moldear a sus siervos a fin de que puedan servirle aun mejor.

    Capellán.

    Durante la Segunda Guerra Mundial, Barnard predicó en una tienda de campaña cerca de un campamento de la Fuerza Aérea en Montgomery, AL. Tuvo oportunidades de predicar a unos cuantos de los 30.000 hombres que estaban en esta unidad, pero esa oportunidad desapareció. Por un tiempo trató de predicar en las terminales de los trenes. Pero al fin se dio cuenta de que tendría que alistarse en el Ejército para poder ministrar, de manera que se unió como capellán. Le mandaron a Harvard para unos cursos especiales y luego fue enviado a Montgomery, AL. Trabajó duro sabiendo que muchos iban a perder su vida. Durante nueve meses predicó domingo tras domingo a cientos de soldados. Salieron algunos y entraron otros. Estimó que pudo predicar a 58.000 hombres en aquellos meses. En una ocasión el oficial principal envió por medio de Barnard las órdenes para 500 hombres. Esos soldados iban a enfrentar gran peligro y el oficial quiso que Barnard les predicara.

    Piedmont, el Instituto de la Biblia, Winston-Salem y el ministerio itinerante.

    Hacia el fin del año 1946, Barnard fue invitado por Piedmont, un instituto bíblico en Winston-Salem, NC, para que fuera el evangelista de la escuela y profesor de teología durante parte del año, no a tiempo completo. Al principio predicó en las iglesias en y cerca del pueblo. Predicó por radio también y su ministerio tuvo mucho impacto.

    Parece que por un tiempo (antes de 1950) Barnard cooperaba con hombres fundamentalistas, hasta el día en que vieron claramente que creía en la gracia soberana de Dios en la salvación. Desde ese momento tuvo mucha oposición.

    Desde 1950 en adelante, Barnard predicó en muchos lugares. En los años 1950 visitó a Ashland, KY, y Dios obró de una manera maravillosa. Entre otros, John Thornbury descubrió que no era salvo en realidad, y el Señor le salvó. John nos ha dado mucha valiosa información sobre Barnard. Lo que John cuenta de los sucesos en Ashland sirve como ejemplo e ilustración de lo que pasó en muchos lugares (pero no en todos).

    Además del testimonio de John Thornbury, quien habló con muchos otros también, y de otros que conocieron a Barnard personalmente, gran parte de lo que aparece en las biografías proviene de sus sermones, porque a veces contó a los oyentes las obras que el Señor había hecho para que los hombres se arrepintieran y creyeran y confesaran que Jesús es el Señor. Como Thornbury dice, “Se puede llenar un tomo con sus anécdotas”.

    Una vez, predicó en Massachusetts y tuvo una confrontación seria con los norteños (los “yanquis”) que no quisieron hacer lo que debieron haber hecho (como orar, visitar, etc.). Pero, al fin Dios obró en la iglesia y de una manera extraordinaria, salvando a una muchacha italiana católica, y luego a su familia, que le había castigado cruelmente por haber confesado su fe en Jesús en una iglesia que no era católica.

    En una iglesia en Illinois, Barnard llegó enfermo con gripe (influenza), pero predicó de todos modos. Predicó y se fue a acostarse. No sabía nada de lo que estaba pasando, pero el hecho es que algunos no querían oírle hasta el punto de que un diácono ofreció al pastor $400 para pagarle y despedirle enseguida. Pero él, siguió predicando, y después de unos días de predicación, durante un himno especial sobre “¿Por qué me amó tanto Jesús?” el Espíritu Santo comenzó a obrar. La esposa del pastor, que estaba tocando el órgano, dejó de tocar y gritó, “¡Estoy perdida!, ¡Estoy perdida!” Y salió para orar en un cuarto aparte. Y luego, su esposo el pastor, comenzó a llorar diciendo, “Estoy perdido, perdido, perdido”; y luego unos diáconos y el superintendente de la escuela dominical y unos católicos romanos que estaban presentes, todos fueron a un cuarto para orar. Sucedió de una manera inesperada. Dios recibió toda la gloria.

    En otra iglesia había 7 diáconos opuestos a la visita de Barnard. Habían dicho al pastor que no iban a apoyar el ministerio, pero tampoco iban a causar problemas mediante una oposición pública. Sin embargo, hicieron algunas cosas para desanimar a la gente para que no asistiera a la predicación. El pastor, afligido, consultó con Barnard, y oraron para que el Señor o salvara a esos hombres o les matara. Se supone que esa oración era secreta, pero, los diáconos se enteraron y se rieron, diciendo que estaban orando por su muerte (pero eso no fue toda la verdad). Al cabo de 4 días el pastor predicó en el funeral de cada uno de aquellos 7 hombres. Cada uno murió repentinamente.

    En Canadá, Dios salvó a la prostituta más conocida de la comunidad. Barnard iba con un hermano diácono, casa por casa, invitando a la gente para que fuera a escuchar la Palabra de Dios. Llegaron a una casa y Barnard abrió el portón del patio para ir y tocar la puerta de la casa. El otro hombre que le acompañaba le dijo que no era buena idea visitar esa casa. Barnard quiso saber por qué, pero el diácono no quiso decírselo, sino que le dijo que podría dañar su ministerio si fuera. Pero Barnard quiso saber por qué, y al fin el diácono le dijo que no debía estar allí porque una famosa prostituta vivía allí. No obstante, Barnard fue y tocó la puerta y la señora le respondió como si fuera un cliente, “¿Qué quieres tú muchacho grande?” Le dijo que era un predicador y quería que fuera a oírle. Ella dijo que la gente estaría impactada si ella fuera y Barnard dijo que esa gente necesitaba estar impactada, y le hizo prometer que iría. La señora dijo que sí y asistió esa noche. Al finalizar el sermón, estaba llorando, buscando misericordia. Los miembros de la iglesia no sabían que hacer, pero cantaron suavemente el himno “Amazing grace…” (Sublime gracia…). Había una viejecita santa allí, respetada por todos. Se levantó y fue hacia ella, la abrazó y le dijo, “Bienvenida, hermana, Bienvenida, hermana.”

    En otra ciudad, había un líder de la iglesia, presidente de un banco. Ese hombre había defraudado mucho dinero del banco, y nadie lo sabía, pero Dios le compungió. Confesó su pecado, buscó misericordia. Agarró al Señor. Le arrestaron, le enjuiciaron y le encarcelaron, pero el hombre estaba contento porque Dios había tenido misericordia de él.
    En casi todo lugar, había personas enojadas y molestas por el ministerio de Barnard, pero otros fueron rescatados. Han estimado que alrededor de 100.000 personas confesaron al Señor durante sus años de ministerio.

    Barnard y Ernie Reisinger hicieron amistad y Barnard predicó en Carlisle, PA. Ernie Reisinger escribió unos cuantos artículos para una revista que Barnard patrocinó (The Redeemer’s Witness) y en la cual había artículos que Barnard mismo escribió sobre varios temas. (R. T. Kendall era el editor de la revista.)

    Mediante el ministerio de Barnard muchos pastores llegaron a creer en la gracia soberana de Dios, y comenzaron a celebrar conferencias en diferentes lugares, sobre la gracia soberana. Pero, Barnard se preocupó por el rumbo de muchas de esas iglesias por su falta de amor a las almas y su falta de celo para evangelizar.

    En su predicación Barnard enfatizó mucho la necesidad del arrepentimiento, el lugar de la ley (para “matar” a los hombres), y el señorío de Jesucristo. Se opuso tajantemente a la idea de que una persona podría aceptar a Jesús como Salvador, pero no como Señor, como muchos enseñaban en aquel entonces (y todavía hoy).

    Barnard no buscó nombre para sí mismo. Murió El 21 de enero de 1969 de un infarto de corazón en Prairieville, LA. donde estaba predicando.

    Trasladaron su cuerpo a Winston-Salem. En palabras de Thornbury, “Su funeral fue oficiado por el pastor Henry Mahan en una funeraria en Winston-Salem. No puedo pensar en un fin más apropiado a este artículo que las palabras del pastor Mahan: ‘Su mensaje de misericordia soberana fue un mensaje que despierta el alma. Era imposible quedarse neutral cuando Barnard predicaba. Al igual que ocurriera cuando predicaba el apóstol Pablo, cuando Barnard predicaba había un avivamiento o un disturbio. Como dijo él muchas veces, ‘Cuando el evangelio de la gracia es predicado, los creyentes se alegrarán, los rebeldes se enojarán y los fariseos estarán confundidos.’ Su mensaje fue verdaderamente el evangelio de la gloria de Dios. Definió claramente la “buena nueva” como una obra que Dios hace por el pecador, no algo que el pecador hace por Dios. Declaró como Dios puede ser justo y justificar a los impíos por la justicia de Jesucristo, nuestro Señor’.”

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  • Biografía: Reseña biográfica de John Owen: una breve introducción a su vida (1616-1683)

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    John Owen: una breve introducción a su vida (1616-1683)

    Agradezco la oportunidad de servirles a ustedes con esta exposición, aunque sé que otras personas podrían hacer algo parecido mejor que yo. Pero confío en el Señor para que lo que he preparado sea para edificación y útil para cualquier persona que desea profundizar más en un estudio de la vida y escritos de John Owen.

    Preparar un breve estudio sobre este hombre no es fácil, no por la escasez de materiales, sino por la abundancia. Me siento como un carpintero que tiene que construir una sola casa pequeña y en un espacio reducido. Quiere tener una buena casa. No necesito de nada, porque hay materiales buenos y suficientes para hacer un palacio. El problema es, ¿qué clase de casa quiero construir? No hay planos, solamente una abundancia de materiales. Pero si sigo así, no habrá ni una choza en la que habitar.

    Creo que todos saben que los materiales originales se encuentran en lengua inglesa, el lenguaje de Owen (aunque él dominó y usó el latín también). Pero, Owen tiene sus alumnos en latino-América y en España y en otros lugares que hablan español. Muchos de ellos han preparado estudios y han hecho traducciones de los escritos de Owen para ayudar a aquellos que no manejan bien el inglés, y especialmente el vocabulario y estilo literario de este gran puritano.

    Para las partes biográficas de este estudio he utilizado la biografía de Andrew Thomson que aparece al principio de la edición de las obras de Owen, publicadas (en inglés) por Johnstone y Hunter, primeramente en 1850-1853, y reimpreso por Banner of Truth Trust en 1965. Hay como 92 páginas de biografía mas un apéndice en torno a10 páginas, con unas cartas de Owen y una lista de sus escritos con el año de su publicación. El Sr. Thomson confiesa su deuda al libro del Sr. William Orme, Memoirs of the Life, Writings and Religious Connexions of John Owen, D.D. (Ese libro está disponible de varias formas. Logré bajarlo en PDF. Hay 548 páginas en la copia que tengo. He podido cotejar algunas partes de esa obra.)

    Hace más que 330 años desde que murió John Owen, pero muchos encontramos sus escritos instructivos y edificantes, de tal manera que hay una página en internet dedicada a ese hombre de Dios (www.johnowen.org), y varias páginas en Facebook que contienen citas y miran a varios aspectos de su vida.

    Owen nació en Inglaterra en el año 1616 y murió el 24 de agosto de 1683, a la edad de 67 años (más o menos).

    Durante esos años en Inglaterra había mucha turbulencia eclesiástica y política. Durante varios años hubo “puritanos” en la Iglesia Anglicana, pero el rey James I, que autorizó la traducción de la Biblia inglesa que lleva su nombre, así como su hijo Charles I, buscaron la forma para “limpiar” la Iglesia Anglicana de todos ellos. A la larga hubo un conflicto interno en Inglaterra entre el parlamento y el rey. En medio de ese contexto, el rey perdió su vida. Desde 1649 hasta 1660 no hubo rey, sino un “Commonwealth”, una comunidad, una república, con un pacto, y con un “señor protector” que en ese caso fue Oliver Cromwell.

    Después de la muerte de Cromwell, el hijo de Charles I, Charles II, fue coronado rey. Charles II llevó a cabo una persecución de todos los que no quisieron aceptar a la Iglesia Anglicana tal y como el rey decía. En el año 1662, 2.000 ministros fueron expulsados de sus iglesias, perdiendo sus posiciones y sueldos, y sometidos a tremendas restricciones para que no predicaran más. En ese tiempo, John Bunyan fue encarcelado durante 12 años porque no quiso aceptar las restricciones.

    Aunque hubo un poco de alivio, la persecución continuó hasta 1688 cuando tuvo lugar una revolución y el nuevo rey estableció una medida de tolerancia en asuntos de la religión y la conciencia.

    John Owen vivió en el medio de todo, pero murió antes de la revolución.

    Primeros años y educación (1616-1636)

    El padre de Owen fue educado en Oxford y trabajó como ministro en la iglesia anglicana, pero no como un ministro conformista, sino como un hombre que buscaba la purificación de la iglesia, o sea, un puritano.

    Como niño, recibió tutoría de Edward Sylvester, un hombre erudito que enseñaba griego y latín. A los 12 años de edad Owen estaba preparado para comenzar sus estudios universitarios y fue aceptado como alumno en Queen’s College, Oxford en 1628. Cuatro años después, terminó su bachillerato (1632) y comenzó su maestría que terminó en 1633. En ese año comenzó sus estudios en “divinidad”, o sea en teología, Biblia, historia, etc.

    Antes de seguir con la vida de Owen, quisiera mencionar que desarrolló la costumbre de dormir solamente 4 horas por noche, cosa que contribuyó a deteriorar su salud. Sin embargo, no dedicó todo su tiempo a sus estudios. Parece que fue un buen y fuerte atleta, porque participó en competiciones de salto, lanzamiento de jabalina y en hacer sonar campanas. Además de las diversiones físicas, Owen aprendió a tocar la flauta, teniendo como profesor a un hombre que muchas veces fue llamado para educar al rey.

    Owen dejó esos estudios en 1636, debido a la presión que había para conformarse a las ideas del rey y del arzobispo Laud, quien persiguió a los no conformistas. Owen vio que no había futuro en Oxford para cualquiera que no fuera arminiano y por tanto no quiso conformarse a las reglas del arzobispo.

    Esa decisión demuestra que Owen ya tenía unas convicciones arraigadas en su mente, aunque aparente tenía muchas dudas y luchas espirituales, según su propio testimonio. Todavía no tenía una paz interna firme y estable. Sin embargo, estaba seguro de no volver a los errores de los anglicanos.

    Especialmente en el asunto de la adoración, Owen estaba convencido de lo que llamaríamos el “principio regulativo”. Ningún hombre puede decir como Dios debe ser adorado, solamente Dios mismo. Solamente Jesucristo es Cabeza de la iglesia, y solamente lo que Dios ordena es lo que podemos hacer en su adoración. Los anglicanos habían establecido muchas prácticas sin ninguna autorización de la Biblia, cosas no aprobadas por Dios y no aceptables delante de Él. En eso Owen estaba totalmente de acuerdo con el distintivo notable de los puritanos. Ese principio forma una parte obvia de las confesiones inglesas de ese tiempo, la confesión de Westminster, la Confesión de Savoy (que fue preparada por Owen y otros hombres como él) y la Confesión Bautista de 1689.

    Entonces, Owen dejó Oxford y no volvió hasta que, en la providencia de Dios, regresó como decano y rector en uno de los colegios. Pero, mientras tanto, perdió toda esperanza para obtener beneficios, y perdió la buena voluntad de aquellos que apoyaban al rey y al partido del arzobispo Laud, incluyendo la ayuda económica de un tío.

    Después de dejar Oxford hasta ser pastor (1636-1642)

    Owen trabajó como capellán y tutor con la familia Dormer, “Lord” Robert Dormer y su hijo mayor, señor Phillip Dormer.

    Luego, trabajó con “Lord” Lovelace hasta la guerra civil. Lovelace apoyó al rey y a Owen al parlamento, y obviamente no pudo seguir trabajando para ese hombre.

    En 1641 Owen se mudó a Londres y vivió en un sitio llamado “Charter House”, un lugar para hombres de alta cuna pero en situación de pobreza. Durante ese tiempo en aquel lugar, dos (2) cosas importantes sucedieron:

    1. Owen fue con un primo para oír a Edmund Calamy, un predicador presbiteriano de buena fama. Cuando llegaron al lugar, descubrieron que Calamy no había podido llegar. El primo quiso salir y buscar otro lugar, pero Owen no quiso seguir caminando y esperó para ver qué ocurría. Un predicador del campo ocupó el púlpito y después de una oración ferviente, leyó Mateo 8:26 y tomó como su texto las palabras, ¿Por qué teméis, hombres de poca fe?

    En seguida Owen pensó que esa palabra era para él y oró al Señor para que bendijera esa palabra en su corazón, y Dios oyó su oración y Owen recibió una paz profunda, estable y firme. A partir de ahí entró en una nueva etapa en su vida.

    Owen nunca supo el nombre de ese predicador, aunque hizo esfuerzos para descubrirlo. Pero, aunque no sabemos los nombres de muchos siervos y criados que Dios ha usado, sí que sabemos que Él ha querido glorificar su propio Nombre haciendo las cosas así, para que ningún hombre se gloríe.

    2. También publicó un libro titulado, A Display of Arminianism (Una exposición del armianismo). El libro fue dedicado a los señores y caballeros del Comité para la Religión y ese comité autorizó la publicación. La fecha de la publicación fue 1642.

    Como resultado, Owen fue llevado a trabajar como pastor.

    Pastor presbiteriano en Fordham (1642-1646)

    Pronto, después de comenzar sus labores en Fordham, en una iglesia relacionada con los presbiterianos, se casó con una señora llamada Mary Rooke. Thomson resume el matrimonio de ellos así: Casi toda la información, tomada de biografías anteriores, que ha llegado hasta nosotros sobre esa unión es esta: esa señora le dio once hijos y todos murieron en su niñez excepto una hija. Esa hija se casó con un caballero de Gales, pero la unión fue muy infeliz, y ella volvió a la casa de su padre y allí murió de tuberculosis. Dice Orme, que no sabemos casi nada sobre la esposa de Owen, aunque unas declaraciones halladas acá y allá indican que era una mujer de buen carácter cristiano.

    Parece que Owen estaba muy feliz en Fordham, sirviendo al Señor. Preparó catecismos para niños y adultos, y promovió el uso de ellos. Creemos que hizo eso con mucho gusto y de buena voluntad, aunque parece que el gobierno también exigía eso.

    En el año 1643 (según Orme) escribió y publicó The Duties of Pastors and People Distinguished (Los distintos deberes de los pastores y del pueblo). En ese libro, entre muchas otras cosas, Owen mostró el peligro de algunos pastores que toman demasiado poder y también del pueblo que puede tomar demasiado poder.

    Aunque trabajaba en una iglesia no muy conocida, por sus publicaciones, su nombre fue conocido y adquirió como resultado una reputación sólida, de tal manera que fue invitado a predicar ante la Cámara de los Comunes en el Parlamento de Inglaterra, el día 29 de abril de 1646 (hace como 369 años), en la ocasión de su ayuno mensual. Predicó sobre Hechos 16:9, y de la súplica del hombre de Macedonia que Pablo vio en una visión en la que ese hombre pedía ayuda. Owen señaló que había lugares de Inglaterra, y de Gales, que necesitaban el evangelio. El sermón fue dirigido a ese Parlamento que se estaba reuniendo durante años para dirigir al país y permitía al rey seguir con sus abusos.

    Sus trabajos en la iglesia de Coggeshall y con el ejército (1646-1650)

    Durante el tiempo en Fordham, Owen consideró más profundamente el asunto del gobierno de la iglesia y a la larga llegó a creer en el formato de iglesias independientes con un gobierno congregacional, pero no como muchos congregacionalistas e iglesias independientes. Por esto, muchos bautistas han estimado a Owen hasta hoy.

    En el año 1646, sin que hubiera ningún problema con Owen, sino debido a la forma en la que los pastores eran puestos en las iglesias, otro pastor fue enviado a Fordham. Después, una congregación de 2000 personas, tan pronto como supieron lo que había pasado, invitaron a Owen con urgencia para que fuera su ministro. Un oficial de Inglaterra de Warwick, le confirmó en esa posición. En Coggeshall, Owen pudo seguir manteniendo sus convicciones sobre el gobierno congregacional.

    Owen también abogó para que el Estado no exigiera imponer por la fuerza que las Iglesias estuvieran conformes con su política religiosa, ni que se ejecutasen a los herejes con la espada. La herejía es un cáncer espiritual y debe ser confrontado por medios espirituales. La decapitación no es un remedio apropiado para la herejía, escribió.

    En 1647 publicó Eshcol, Reglas para la comunión de las iglesias. También en ese año publicó The Death of Death in the Death of Christ (La muerte de la muerte en la muerte de Cristo).

    En 1648 fue colocado como capellán con los ejércitos del Parlamento, obligado por Cromwell. Predicó una vez más en la Cámara de Comunes, y acompañó a Cromwell a Irlanda.

    En enero de 1649, el Parlamento condenó al rey Charles a muerte por traición y el día después de la decapitación, el Parlamento ordenó que Owen predicara ante el Parlamento. Predicó de Jeremías 15:19-20, sobre el tema: El celo justo animado por la protección divina. Owen ha sido criticado mucho, especialmente por su silencio, casi total, sobre lo que había pasado. Muchos le llamaron cobarde. La situación fue difícil, porque muchos creyeron que el Parlamento pecó, y muchos otros creyeron que hizo bien.

    En 1649-50 publicó Of the Death of Christ (De la muerte de Cristo). Fue nombrado como predicador en el concilio del Estado. Hizo dos viajes a Escocia como capellán con Cromwell.

    Su tiempo en Oxford (1651-1659)

    Cromwell logró que Owen fuera colocado como decano de “Christ Church” una parte integral de la Universidad de Oxford. También fue hecho rector de la universidad bajo Cromwell. Owen asumía todo con gran responsabilidad.

    Predicaba una semana sí y la otra no, compartiendo esa responsabilidad con Thomas Goodwin, otro conocido puritano.

    Produjo varios libros durante los años que pasó allí y administró bien la universidad, teniendo muchos asociados y estudiantes de renombre.

    Durante este tiempo también le fue dado el oficio de “trier” (probador) junto con otros 40 ministros, para eliminar a pastores que no tenían los requisitos que un pastor necesita cumplir. Parece que procedieron con todo el amor y respeto posible pero siempre hallaron a hombres que no debieron haber sido nombrados como pastores. Owen creía en la libertad de conciencia y en la tolerancia. Generalmente se opuso a los castigos de personas que tuviesen diferencias, siempre y cuando no presentasen una amenaza para la paz de la nación.

    Pero, llegó el tiempo cuando hubo un desacuerdo con aquellos que quisieron coronar a Cromwell como rey. Por ese desacuerdo, Owen renunció su oficio de rector, pero lo hizo como un verdadero hombre de Dios. Eso fue en 1656. Owen siguió predicando en la iglesia de la universidad, junto con Goodwin, hasta 1659.

    En 1658, junto con otros independientes, no conformistas, Owen tuvo una parte principal en la producción de una confesión de fe llamado la Confesión de Savoy. Básicamente copiaron la confesión de Westminster, añadiendo un capítulo sobre el evangelio (capítulo 20) y cambiando algunas cosas acá y allá que reflejaron sus distintivos, especialmente en asuntos de eclesiología. (Luego, en 1677, los bautistas produjeron lo que llamamos la confesión de 1689 y usaron la confesión de Savoy para hacer lo mismo. La copiaron, cambiando algunas cosas que reflejaban sus distintivos, especialmente en asuntos de eclesiología.)

    Stadhampton (1660-1662)

    Después de Oxford, Owen se mudó a Stadhampton y predicó allí hasta que tuvo que abandonar el lugar, debido al hecho de que en 1660, Charles II, hijo del rey decapitado en 1649, comenzó a reinar, y poco a poco hizo la vida imposible para todos los que no eran anglicanos, mientras que él mismo quiso traer el catolicismo romano a Inglaterra de nuevo.

    En el año 1662, 2000 ministros, que no aceptaron conformarse a la Iglesia Anglicana, tuvieron que abandonar sus iglesias, sus sueldos, todo. Antes de eso Owen ya no podía seguir como ministro y se mudó a Stoke Newington, una zona de Londres.

    Stoke Newington (1663-1672)

    La persecución a los no anglicanos continuó.

    En medio de esa persecución, en el año 1665, Dios mandó una plaga horrible a Londres que exterminó a un 20 a 25 por ciento de la población. En tales circunstancias el rey, el parlamento y los clérigos que persiguieron a los no conformistas, huyeron de la ciudad, pero los pastores expusieron sus vidas para ministrar. Viendo ese amor entre los pastores y el pueblo, tanto el rey como el parlamento hicieron una ley que no permitía a ningún pastor estar más cerca de 5 millas (8 kms) a de zonas en las que habían servido antes. El sufrimiento de muchos fue agudo, y aun Owen, que tenía amigos poderosos, estuvo en peligro en varias ocasiones.

    El año siguiente, hubo un incendio que destruyó gran parte de Londres durante 3 días, y los pastores, incluyendo a Owen, volvieron a ayudar. Durante un tiempo el gobierno no hizo nada en contra de los pastores porque todos estaban sufriendo como resultado de ese incendio. Había mucha oposición, pero era cada vez más evidente que la política de la persecución no estaba funcionando.

    Owen escribió folletos abogando por la libertad (aunque ni su nombre ni el nombre del publicador aparecieron en ellos). Owen también escribió a los líderes de Nueva Inglaterra exhortando a las iglesias independientes a que dejaran de castigar a los bautistas, cuáqueros y otros por su falta de conformismo.

    Finalmente en 1671, Charles II emitió una indulgencia, sin la aprobación del parlamento, permitiendo ciertas libertades a los católicos romanos y a algunas iglesias no conformistas. Probablemente lo hizo por amor a los católicos.

    Bunyan, por quien Owen abogó mucho, fue liberado de la prisión en 1672.

    Hasta el fin (1673-1683)

    En 1673 la iglesia de Owen se unió con la iglesia donde Joseph Caryl había servido hasta su muerte. Ministró en la iglesia y escribió más libros. En 1675 su esposa murió.

    En 1676, 18 meses después de la muerte de su esposa, Owen se casó con una viuda hacendada. Owen también había heredado unas propiedades y pudo vivir sin preocupaciones económicas.

    Owen siguió predicando y escribiendo, pero su salud iba fallando. David Clarkson le ayudó en el ministerio, y otros le sirvieron como amanuenses para que pudiera seguir produciendo libros de valor que todavía hoy nos sirven, incluyendo uno sobre la justificación, otro sobre la persona de Cristo y otro sobre el deber de pensar espiritualmente. Finalmente escribió uno sobre la gloria de Cristo, que fue publicado después de su muerte.

    Owen murió el 24 de agosto de 1683, el día de San Bartolomé. En ese mismo día en 1662, los 2000 ministros habían sido expulsados de sus púlpitos. Y también en ese día del año 1572, comenzaron a masacrar a los hugonotes en Francia.

    Owen fue sepultado en Bunhill Fields, el famoso cementerio de los puritanos.

    El valor de los escritos, y del ministerio continuo, de John Owen

    Hay muchas áreas en las cuales podemos sacar provecho de Owen así como de los libros y comentarios que ha escrito.

    Por lo tanto, me limito a mi experiencia, y esa experiencia es muy limitada en comparación con muchos otros ministros. No he leído ni la mitad de lo que Owen escribió, aunque tenga sus obras en mi biblioteca.

    Pero, mucho antes de adquirir sus obras, Owen tuvo una parte formativa en mi persona y, por lo tanto, en todo mi ministerio, porque el Señor usó el libro sobre la necesidad de hacer morir el pecado (On the Mortification of Sin) (Sobre la mortificación del pecado) para infundir en mí esa verdad. Compré un libro usado por $2 de un pobre estudiante en Lexington, KY. El título del libro es “Temptation and Sin”. Fue publicado por Jay Green en 1958. (Banner of Truth fue fundado en 1957.) Lo que está ahí escrito tocó mi alma. En ese libro también se encuentra lo que Owen escribió sobre la tentación (Of Temptation) y sobre el pecado que sigue habitando en nuestro ser (Indwelling Sin). Esos son los escritos que recomendamos a cualquier cristiano, y se encuentran en el tomo 6 de la edición de BOT, junto con la exposición del Salmo 130.

    Después de comprar el juego de 16 tomos publicado por Banner, leí su exposición del Salmo 130. El Señor hizo que el v4 actuase en mí con poder mediante los comentarios de Owen. Ese versículo dice: Pero en ti hay perdón, para que seas temido. (LBA)

    En toda esa lectura de las diferentes partes del tomo 6, he aprendido lecciones valiosas sobre la seguridad personal de la salvación que una persona debe y puede tener.

    Como un punto más debo decir, que hay algo importante que veo en lo que Owen escribió y es su uso de la Biblia. No cabe duda de que la Biblia dominó su pensar y su escribir. Muestra un gran conocimiento de las Sagradas Escrituras. Eso debe ser ejemplo para todos nosotros.

    Como otro punto, en cuanto a lo que he leído de Owen, observo que tiene un libro favorito que es Oseas. He visto muchas referencias a ese libro, tantas referencias que he tenido la tentación de buscar todas ellas y recopilarlas en orden, porque pienso que podríamos hacer un comentario valioso sobre las partes que toca. Creo que hay un índice de muchas de ellas en el último tomo de sus obras, pero los peritos en la tecnología moderna probablemente podrían producir una lista de casi todo y aun copiar los comentarios.

    Owen escribió sobre el Espíritu Santo exhaustivamente. Nadie antes había hecho eso.

    Y su libro sobre comunión con Dios, en la Trinidad de su Ser (comunión con el Padre y con el Hijo y con el Espíritu Santo), es estimado por muchos.

    He leído porciones de su comentario sobre Hebreos, especialmente el capítulo 4 y la parte que habla sobre el día de reposo en la introducción (¡una introducción de 1000 páginas!).

    Me acuerdo de sus discursos sobre “la gloria de Cristo”. En alguna parte sus comentarios sobre Juan 1:14, me conmovieron a predicar sobre lo que él escribió.

    Conocemos a Owen como autor y es así como recibimos provecho, pero era mucho más que un autor. Era un pastor, que sirvió, en diferentes tiempos como capellán, decano y rector de la Universidad de Oxford, y aun estuvo involucrado en asuntos de Estado.

    Por ejemplo, Owen abogaba por la libertad de conciencia y estaba opuesto a que el Estado obligara a ser de una religión establecida. Cuando Owen supo que en las colonias de Massachusetts y Connecticut había persecución de personas que no eran de la iglesia establecida (como bautistas y cuáqueros), escribió una carta a los líderes de esas colonias suplicándoles que dejaran de hacer tales cosas.

    Pero, repito, era un pastor, y por eso, hay mucho de lo que escribió que sirve para todo el pueblo de Dios.

    Hacia el fin de su vida en un tiempo de enfermedad, no pudo volver a su congregación como esperaba y mandó una carta a la iglesia. Entre las cosas que les escribió podemos leer esto:

    “…quisiera que, como no tienen ancianos que les gobiernen y dado que sus maestros no pueden andar públicamente con seguridad, que pongan a algunos de entre ustedes que, como sus ocasiones les permitan, puedan moverse entre ustedes de casa en casa, continuamente, y puedan dedicarse especialmente a atender a los débiles y tentados y temerosos—a los que están a punto de desanimarse o detenerse, y que los animéis en el Señor…Velad ahora, hermanos, de manera que, si es la voluntad de Dios, ni una sola alma se pierda de su cuidado. Que no descuiden ni hagan caso omiso de nadie; piensen en sus condiciones y atiendan a todas sus circunstancias.”

    El Señor nos llama a ser pastores. ¡Que aprendamos esto de ese siervo de Dios!

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  • Biografía: Andrew Fuller

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    Andrew Fuller

    Las siguientes notas fueron tomadas de las memorias de Andrew Fuller, impresas (en inglés) con la colección de sus obras en el año 1831, 16 años después de su muerte. Fueron escritas por su hijo Andrew Gunton Fuller. Además, parte de lo que expongo hacia el final lo usé también en un escrito: Amigos de William (Guillermo) Carey.

    Cualquier fama que el Sr Fuller tenga no se debe a los beneficios de pertenecer a una familia reconocida, con recursos abundantes o de una buena educación académica. Era hijo de agricultores que no eran de la iglesia anglicana. Su educación era rudimentaria en inglés, tal y como sus primeros manuscritos indican. (Nota de NDV: parece que había errores ortográficos en ellos.)

    Nació el 6 de febrero de 1754 en un pueblo de Cambridgeshire, el lugar de sus familiares paternos. Había antepasados paternos y maternos que habían sufrido por la causa de Jesucristo. Entre los años 1660 y 1688, sus bisabuelos y tatarabuelos se congregaban en los bosques con 2 ministros expulsados de sus púlpitos por el rey Carlos II.

    El padre de Andrew se llamaba Robert y su madre Philippa. Trabajaron en su finca y sirvieron al Señor en el contexto de una iglesia de “disidentes” escuchando la predicación de un ministro bautista durante muchos años, el pastor Eve. Tuvieron tres hijos varones, y el menor era Andrew. Sus hermanos mayores le sobrevivieron. Los tres sirvieron al Señor hasta su muerte.

    En una nota añadida a las memorias, una persona hizo la observación de que Andrew era un hombre bastante grande, que participaba en la lucha libre sin miedo en su juventud. Tenía un aspecto físico imponente y casi severo.

    Según los recuerdos de Andrew, la iglesia de sus padres es lo que se denominó luego como doctrina “híper-calvinista”, o “falso-calvinista”. El pastor no mandó a los oyentes a arrepentirse, no los invitó a venir a Jesús para ser salvos, sino que predicó sus sermones para consolar y animar a los escogidos que Dios había salvado. Andrew entendió que los escogidos serán salvos y los no escogidos condenados por sus pecados, pero no pensó que tenía el deber o la responsabilidad para creer, porque no podía hacerlo. Según su entendimiento, solamente podría desear ser uno de los escogidos y esperar a que Dios hiciera algo para que supiera que era de los escogidos. A la larga, el Señor usó a Fuller para que muchos ministros e iglesias fueran librados de esas ideas que carecen de apoyo bíblico. Fuller nunca dejó de creer en la elección incondicional o en las otras doctrinas de la gracia soberana de Dios, pero entendió que había otras enseñanzas bíblicas tan ciertas como las doctrinas de la gracia y que era necesaria enseñarlas. Pero antes de llegar a esa etapa en su entendimiento, Fuller tuvo que pasar por tiempos difíciles.

    En las memorias, hay una narración de su conversión, y de los tiempos que vinieron después, basada en 2 cartas que contienen una gran cantidad de material. Hay muchas citas tomadas de ellas. Fuller dijo que no vio nada en la predicación de su iglesia que fuera para él, pero al leer y reflexionar, a veces se sintió compungido por sus pecados, como los pecados de mentir y maldecir.

    Cuando tenía en torno a 14 años, comenzó a pensar más sobre el futuro. Años después entendió que Dios iba dándole luz. Por esa luz fue compungido por el pecado. Esa compunción no le gustó, porque quería disfrutar del pecado como otros muchachos, pero encontró que no podía. Por ejemplo, una vez estuvo con unos muchachos que cantaban canciones necias, y se sintió muy incómodo y por encima de todo, hubo unas palabras que vinieron a su mente, “¿Qué haces aquí, Elías?” Se fue, molesto con Dios porque no le permitió disfrutar de esa oportunidad.

    A pesar de las quejas de Fuller sobre el ambiente hiper-calvinista de la iglesia de sus padres, podemos observar que, de una manera u otra, algunos libros llegaron a sus manos que no eran “hiper-calvinistas” y tuvo el interés de leerlos, cosa que era fruto de la misericordia de Dios. Leyó el libro de Bunyan sobre “Gracia abundante al primero de pecadores” y también el Progreso de Peregrino. Fue tocado por unos poemas evangélicos de Ralph Erskine. A veces se emocionó hasta llorar pensando en la doctrina de la salvación eterna, pero, su corazón no fue cambiado. También, sintió una atracción peculiar hacia la gente buena, especialmente hacia aquellos que le hablaron de la religión.

    En algunas ocasiones, debido a sentir tanta convicción por sus pecados, interpretó esas convicciones como una evidencia de la salvación. También, en 2 ocasiones diferentes, unos versículos llegaron poderosamente a su mente: “Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia,” (Romanos 6:14) este fue uno y el otro fue: “Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí” (Isaías 44:22).

    Entre los llamados cristianos con los que él tenía comunión estaban convencidos de que una experiencia como esa era una señal de la salvación, y por un tiempo se sintió en paz. [Como nota aparte, debemos recordar que la confesión de 1689 advierte de que una persona puede tener una seguridad de su salvación sin una revelación extraordinaria: capítulo 18, párrafo 3.]

    Pero Fuller se dio cuenta de que su corazón no había cambiado, y que era un adicto al mal y cada vez más. También tenía malas compañías que le instigaban en su carrera hacia la muerte. Su corazón iba endureciéndose. Sin embargo, en medio de su “progreso” en la maldad, fue compungido nuevamente en el otoño de 1769 (cuando tenía 15 años de edad), y en esa ocasión el Señor triunfó en él, y fue convertido de verdad.

    No fue convertido al instante, sino después de una lucha. Por la noche se acostó en pecado, pero por la mañana se sintió muy mal y tomó la determinación de no volver a pecar. Violó sus compromisos por la noche, y los hizo de nuevo por la mañana, hasta que un día la carga de su culpa fue tan grave que casi se desesperó. Vio su culpa, su flaqueza e incapacidad; vio que Dios sería justo en condenarle. Entendió que la obra de Jesús era perfecta y suficiente, que nada más valía para la salvación de un pecador, y estaba contento con eso. Pero, no se atrevió a pedir perdón, debido a todo el mal que había hecho. En su desesperación consideró la posibilidad de aceptar la condenación y vivir entregado al deseo de la carne, pero luego pensó que en realidad no quería vivir sin Jesús, no quería ir al infierno. No sabía qué hacer. Las palabras de Job vinieron a su mente: He aquí, aunque él me matare, en él esperaré (Job 13:15), y las repitió una y otra vez, y de una manera misteriosa la paz de Dios llegó. No estaba pensando en lo que estaba haciendo. Se sintió como la reina Esther, que estaba violando la ley con su atrevimiento, pero estaba dispuesto como ella a buscar misericordia con esa actitud: “…entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca” (Esther 4:16). En aquel tiempo Fuller no había aprendido que la Palabra de Dios permite a los pecadores venir así. Por la gracia de Dios vino; atraído por una visión espiritual de la hermosura y gloria de Cristo, fue perdonado y tuvo paz con Dios.

    De ahí en adelante Fuller sabía que todo era nuevo: sus deseos fueron nuevos y odiaba el mal que había hecho antes con tanto placer. Dios le había hecho una nueva criatura. Todo su testimonio de esa lucha y el fin glorioso al que llegó es conmovedor. Fuller se dio cuenta de que pertenecía a Dios; se dio cuenta de lo que es el amor a los hermanos. Dice que antes respetaba a algunos santos, pero después hubo una atracción mayor y un deseo sincero de tener comunión con ellos.

    Pasó por tentaciones, especialmente el deseo de participar en juegos con otros jóvenes, porque tenía 16 años y estaba lleno de vida y antes había tenido algún renombre entre ellos, pero mediante la comunión con amigos cristianos y su determinación de ir y buscar comunión con cristianos serios, pudo evitar la tentación.

    En marzo de 1770 asistió al el bautismo de dos jóvenes, lo cual le conmovió. Fue persuadido de que esa inmersión en agua de un creyente era bíblica y un deber. Al cabo de aproximadamente un mes después Fuller fue bautizado y se unió a la iglesia a la edad de 16 años.Poco después Dios probó su fe cuando unos jóvenes del lugar se mofaron de él porque había sido ‘sumergido’. Dios le dio la gracia de aceptar tal oposición y aun desear el bien eterno de los que le hicieron eso.”

    Sus reflexiones sobre las pruebas y tentaciones que los cristianos enfrentan le llevó a considerar Proverbios 3:6, «Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas«. Esas palabras siempre tuvieron una gran influencia sobre su conducta, especialmente sobre sus decisiones y compromisos.

    Fuller también reconoció la buena providencia de Dios en darle un amigo que amaba las Escrituras, un hombre mayor que él, pero que fue bautizado con él, llamado Joseph Diver. Unos meses después de su bautismo hubo problemas en la iglesia de Soham, a la que pertenecía. “La paz de la iglesia fue interrumpida porque Fuller criticó a un hermano que tenía problemas serios con el alcohol y se embriagaba. Ese hombre dijo que no tenía poder para corregir el problema. La iglesia disciplinó al borracho, pero se dividió sobre un asunto doctrinal al respecto provocando la salida del pastor en noviembre de 1771.

    La mayoría de los miembros siguieron reuniéndose, pero sin pastor. El amigo de Fuller, Diver, fue reconocido como diácono y fue encargado de dirigir los servicios. En una ocasión, probablemente en 1772, Diver tuvo un accidente y no pudo llegar al culto. Envió un mensaje a Fuller, dándole a entender que debía dirigir la lectura y la enseñanza. De esa manera, cuando Fuller tenía como 17 o 18 años, predicó su primer sermón. Fue de bendición para la iglesia. Después de ese suceso, enseñó de vez en cuando. Había en él un deseo de servir. En 1774, debido a una petición especial, Fuller predicó en el funeral de una hermana que había muerto. Desde aquella ocasión la iglesia quiso que predicara, y en 1775, la iglesia bautista de Soham le pidió que fuera su pastor. A los 21 años de edad fue ordenado al ministerio.

    Fuller siempre fue un hombre serio, temeroso de Dios. Estudiaba su Biblia cuidadosamente. No quiso enseñar nada falso. Podríamos decir que no quiso usar el Nombre de Dios en vano. Leyó los escritos de Bunyan, de Gill y de John Brine. Confesó que había recibido mucha buena enseñanza de la teología de Gill, pero vio que en algunas cosas había diferencias entre él y Bunyan.

    El día de su ordenación, uno de los pastores que le impuso las manos, recomendó que leyera a Edwards sobre la voluntad. Fuller confundió el Edwards recomendado con otro y no descubrió su error hasta casi 2 años después.

    Mientras tanto, Fuller predicó básicamente sin exhortar a los pecadores que se arrepintieran. O sea, seguía el modelo que había visto. Pero, Dios iba tratando con él y encontró unos escritos que enseñaban que los pecadores tienen el deber de arrepentirse y creer, y por tanto hay que predicarles estas cosas. Fuller no pudo contestar con sus argumentos bíblicos y vio que algo andaba mal en su entendimiento de la Biblia.

    En el año 1776, Fuller conoció al pastor John Sutcliff de Olney, y luego al pastor John Ryland, hijo. Estos hombres habían leído los escritos de Jonathan Edwards y David Brainerd y otros. Ya tenían dudas sobre el sistema del calvinismo falso que prevalecía en muchas iglesias. Debido a su contacto con ellos (contacto muy limitado por la distancia), Fuller comenzó a estudiar más y escribió lo que aprendió en un manuscrito que a la larga fue publicado con el título: The Gospel worthy of all Acceptation; or the Obligations of Men cordially to believe whatever God makes known. (El evangelio digno de toda aceptación; o, las obligaciones de los hombres que aceptarán de buena voluntad todo lo que Dios da a conocer.)

    “La liberación del hipercalvinismo (o del ‘calvinismo falso’ como Fuller lo llamó frecuentemente) y la aceptación del calvinismo evangélico, visto en la fe de hombres como Bunyan, Owen, Whitefield y muchísimos otros, trajo como consecuencia más proclamación del evangelio en los lugares de su ministerio y finalmente en la proclamación en otros lugares del mundo.

    “Ninguno de estos hombres abandonó su fe de la gracia soberana de Dios, en lo que se llama las doctrinas de la gracia o el calvinismo. Nunca se avergonzaron de esas verdades y fueron grandes oponentes al arminianismo. A la vez, Fuller declaró su creencia en que había gente regenerada tanto entre los arminianos como entre los hipercalvinistas, porque, como él explicó, había hombres santos que tenían principios espirituales arraigados en su ser mientras que tenían a la vez opiniones flotando en sus cabezas que nunca afectaron a la práctica (Memoir, Pág. 16)” (de NDV, Amigos de Carey).

    Fuller siguió estudiando cuidadosamente la Palabra de Dios y examinando cada tema.

    El 23 de diciembre de 1776, Fuller se casó con Sarah Gardiner, un miembro de la iglesia de Soham. Para él, el matrimonio fue un evento importante. Asumió ese paso pensando en Proverbios 3:6, «Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas«. Esa mujer gozaba de la reputación de tener un espíritu manso y afable, pero sufrió mucho, porque dio a luz 11 veces y solo 3 de los bebés sobrevivieron. Andrew sufrió también, porque la amaba. Ella murió en 1792, 2 meses antes de la fundación de la Sociedad Misionera que envió a Carey a la India. (Fuller se casó de nuevo en el año 1794, con Ann Coles, quien murió 10 años después de Fuller.)

    El cambio en su entendimiento sobre la responsabilidad humana y de cómo predicar el evangelio fue manifiesto en su predicación. Algunos no estaban de acuerdo. Además la iglesia no le sostenía bien económicamente y vivió en una situación de pobreza . Sin embargo, estaba convencido de que Dios le había puesto allí como pastor y no estaba dispuesto a dejar la iglesia para servir en otra ni abandonar el ministerio para trabajar en otra cosa.

    En la segunda sección de las memorias, su hijo incluye muchas partes de su diario durante estos tiempos. Se queja de sí mismo, no de otros. Uno ve su compromiso con el Señor y con la iglesia.

    En 1781, hubo una reunión de pastores. Todos los presentes (Booth, Evans, Gill, Guy, Hall, Hopper, Ryland senior, Ryland junior, and Sutcliffe,) aconsejaron a Fuller que fuera a Kettering porque esa iglesia no tenía pastor. Con todo, Fuller no estaba seguro de si debiera tomar ese paso. Después de muchas luchas, en octubre de 1782 Andrew Fuller se mudó a Kettering y el año siguiente, en octubre de 1783 fue ordenado como pastor. La iglesia de Soham escribió una carta de recomendación, una carta preciosa y conmovedora.

    Fuller sirvió como pastor hasta su muerte en 1815. Su ministerio fue expositivo. Expuso muchos libros del Antiguo Testamento y también del Nuevo Testamento. Además de predicar y pastorear, mantuvo controversias por escrito. Después de su muerte juntaron sus publicaciones en una colección. La colección que tengo en inglés es de 3 tomos bastante extensa con una letra no muy grande. Hay defensas de la fe (por ejemplo, vs Sandeman) sermones, memorias de Samuel Pearce, cartas y por supuesto, el libro famoso sobre El evangelio digno de toda aceptación.

    Pero, quizás la obra más duradera de Fuller es la que hizo, junto con otros colegas para la extensión del reino de Dios en el mundo, porque fue uno de los principales objetivos en lo que se llama el movimiento moderno de las misiones, que comenzó con el envío de William Carey a la India.

    En el año 1791 hubo una reunión de los pastores de la Asociación. Sutcliff y Fuller habían sido seleccionados para predicar. Sutcliff predicó un sermón sobre “Celo s por el Señor” basado en 1 Reyes 19:14. Los que lo oyeron fueron tocados profundamente. El sermón fue publicado junto con el sermón que Fuller predicó en ese mismo día en la reunión. Fuller predicó sobre la “Influencia perniciosa de postergar”, basado en Hageo 1:2. Después de oír los mensajes y viendo la reacción de los pastores Carey los instó a que hicieran algo para llevar a cabo misiones entre los paganos. (Carey l mismo tenía deseos de servir, especialmente en Tahiti en el Mar Pacífico, habiendo leído tanto sobre esa isla en los escritos del Capitán Cook.) Todos sintieron su pequeñez, pobreza y limitaciones y Sutcliff dijo que era necesario tener cuidado y no apresurarse. Lo positivo que salió de la reunión fue el apoyo que dieron a Carey para que publicara la “Investigación…”

    En mayo de 1792 en la reunión de la asociación Carey predicó su sermón famoso sobre Isaías 54:2-3 con el bosquejo simple de dos puntos: Espera grandes cosas y ensaya (o, esfuérzate para hacer) grandes cosas (en inglés: Expect great things; attempt great things). Los pastores fueron conmovidos. Sin embargo, estaban a punto de cerrar la reunión sin tomar ninguna decisión, cuando Carey le suplicó a Fuller que hiciera algo y Fuller persuadió al moderador para que todos consideraran el asunto de formar una sociedad para las misiones. Aprobaron que pudiera ser presentado un plan en la próxima reunión de octubre. Carey estaba seguro de que la sociedad sería formada y quiso ser el primer donante prometiendo dar a la sociedad lo que recibiera de la venta de su obra ya publicada: “Investigación…”.

    En octubre de 1792 nació la “Sociedad de bautistas particulares para la propagación del evangelio entre los paganos” (inglés: Particular Baptist Society for the Propagation of the Gospel among the Heathen). Los “miembros” hicieron promesas de sus contribuciones y lo que recibieron ese día y las notas de las promesas de 13 hombres fueron colocadas en una caja de tabaco vacía que pertenecía a Fuller. La caja fue decorada con un dibujo de la conversión de Saulo de Tarso en la tapa.

    El primer nombre en la lista de donantes es el de Ryland quien prometió 2 libras (esterlinas) y 2 chelines a la causa. El segundo nombre fue el del pastor Reynold Hogg por la misma cantidad; los nombres de Fuller y Sutcliff siguen con promesas de 1 libra y 1 chelín cada uno; y después hay 9 nombres más. Once de los 13 eran pastores. Sus iglesias no tenían grandes recursos económicos; los sueldos de los pastores eran bajos. Uno de los pastores presente en la formación de la sociedad fue Samuel Pearce, hombre piadoso, tremendo predicador, de buen nombre. Era pastor en la iglesia bautista de Birmingham, y esa iglesia pertenecía a otra sociedad. Estaba presente porque fue invitado por ellos para que predicara. Pearce también era de un solo corazón y una sola alma con Carey, Fuller, Ryland y Sutcliff. Al cabo de poco tiempo pudo traer un regalo de 70 libras de su iglesia para la obra misionera.

    El comité ejecutivo de la Sociedad estaba formado por: Ryland, Carey, Fuller (secretario), Sutcliff y Hogg (tesorero). Luego Hogg tuvo que renunciar como tesorero porque no tenía tiempo, pero Fuller continuó como secretario hasta su muerte en 1815. Un amigo de Fuller le llamó un “mártir de la misión”. [De NDV Amigos…

    (Estas notas están basadas en el libro One Heart and One Soul (Un corazón y una alma) escrito por Michael A. G. Haykin, y publicado por Evangelical Press, Durham, England, 1994)]

    Fuller viajó mucho promoviendo las misiones. Escribió muchas cartas. Estuvo envuelto en todas las decisiones para enviar personas y equipo a la obra misionera.

    ¿Qué podemos aprender?
    La bendición sobre los padres y los hogares fieles.
    Dios es Soberano.
    Pero, en su soberanía, levanta hogares fieles y actúa en esas familias.
    ¡Cuán grande es la misericordia y la gracia de Dios!
    Salvó a Fuller en medio de un ambiente no muy evangélico.
    Dios usa a los hermanos. En la vida de Fuller: Eve, Diver, Hall, Sutcliff, Ryland, etc.
    Dios usa la literatura. Especialmente usó a Jonathan Edwards en la vida de Fuller y otros bautistas de Inglaterra.
    Vemos la necesidad de la sana doctrina en su relación a la vida cristiana en todos sus aspectos, incluyendo las misiones.

    Hoy día hay personas que estudian y escriben sobre Fuller y su doctrina. Desde que comencé este estudio he leído artículos sobre Fuller. Pero, no es tan importante que sepamos de él como siervo de Dios, como de la verdad que le conmovió.

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  • Biografía: William (Guillermo) Bradford: breve biografía con observaciones y reflexiones sobre su vida

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    William (Guillermo) Bradford
    Breve biografía con observaciones y reflexiones sobre su vida

    (Fuentes: Of Plymouth Plantation; Mather; Willison; enciclopedias y artículos)

    Todos tenemos la responsabilidad de reflexionar sobre las obras del Señor y adorarle al ver las maravillas de su providencia. En la vida de William Bradford hay sucesos tristes que pudieran haberle perjudicado en gran manera, pero por la gracia soberana de Dios, fue salvado y convertido en un líder que hasta el día de hoy día tiene fama en la historia de los EEUU, especialmente entre los ciudadanos de esa nación que temen al Señor y aman la historia. No hay evidencia de que Bradford buscara la fama para sí o que su nombre perdurara, como así ha ocurrido. Durante su vida como creyente dio honor y gloria a Dios, por lo que espero que el repaso de cosas que conocemos de él cumpla también ese propósito: que el Señor sea honrado y glorificado por lo que hizo en y por medio de él, quien fue uno de sus redimidos.

    Bradford nació en un lugar de Inglaterra llamado Yorkshire, uno de los condados más grandes de Inglaterra. Según Cotton Mather nació en 1588 pero muchos ponen la fecha en 1590, porque parece ser que en la búsqueda de la información guardada por la iglesia de Inglaterra de Austerfield, Yorkshire, descubrieron que fue “bautizado” el 19 de marzo de ese año. Su padre, William, era agricultor independiente y próspero, pero murió poco después del nacimiento de su hijo a quien dio su nombre.

    La madre de Bradford se casó de nuevo y Bradford vivió con su abuelo entre los años 1593 y 1596. Su madre murió en 1597 y Bradford fue cuidado por sus tíos Robert y Thomas. Desde su infancia recibió una buena educación aunque sus tíos le dedicaron a la agricultura como sus antepasados.

    Según el testimonio de Bradford, era enfermizo, aunque luego en su vida pudo ver su debilidad física como una bendición que Dios usó para salvarle de las “vanidades de la juventud”. Un autor opina que Bradford no era tan débil como él creía porque vivió una vida bastante larga y tuvo fuerza para pasar por muchas adversidades. Podemos estar seguros de que Dios le cuidaba en todo momento porque tenía un propósito para la vida de este hombre.

    Cuando tenía como 12 años estuvo leyendo las Escrituras y en la providencia del Señor conoció a un joven que también tenía interés en las Escrituras. Por medio de ese joven se enteró del ministerio de Richard Clyfton de Babworth, ministro de la iglesia oficial de Inglaterra, pero que era “puritano” (o sea, fue un hombre que deseaba y buscaba una reforma bíblica de la Iglesia de Inglaterra). Estaban a 8 millas, (13 kms) del pueblo de Scrooby, donde vivía William Brewster, un hombre que sería importante en la vida de Bradford. Bajo ese ministerio “iluminador” comenzó a caminar con Dios de una manera santa y fructífera, velando y orando, siendo ejemplo en esto (como Mather escribió).

    A pesar del hecho de que su amigo se apartó al mundo y sus tíos y otros conocidos se opusieron al camino que Bradford estaba siguiendo, su estudio de la Biblia y su fe no fueron apagados y perseveró en su camino con el Señor. Brewster, como 25 años mayor que Bradford, un hombre educado, piadoso y luego un anciano en la iglesia separatista que fue formada, cuidó mucho a Bradford. Posteriormente, Bradford vivió con él. La amistad le aportó mucho fruto.

    En el año 1603 el rey James I (Jacobo) llegó al trono. Los “puritanos” (los ministros de la Iglesia de Inglaterra opuestos a muchas doctrinas y prácticas de Roma que estaban en las iglesias todavía) esperaban que ese rey estuviera dispuesto a tener una iglesia libre de los abusos que mantenía todavía. Le presentaron una petición humilde conocida como la “Petición Milenaria”. El documento fue firmado por 800 ministros (el 10 por ciento de los oficiales), pero el rey se opuso fuertemente a ellos. Él vio la libertad que buscaban como una amenaza al trono mismo. En contra de los “puritanos” (el nombre dado a ellos por sus enemigos a) el rey hizo reglamentos exigiendo que los ingleses apoyaran la iglesia del Estado tal y como era, sin hacer casi nada de reforma. Exigía, por ejemplo, que todo habitante del país tomara la Santa Cena 3 veces al año, como mínimo, en la única y verdadera iglesia, o sea, según él, la de Inglaterra. Prohibió la celebración de otras reuniones con fines religiosos que no fueran aprobados por la iglesia oficial. Una cosa que aceptó hacer fue autorizar una nueva versión de la Biblia en inglés, sin los libros apócrifos, la famosa y conocida como King James Version, la “Versión autorizada (Authorized Version)”, que salió de la prensa el día 2 de mayo de 1611 y ha cumplido 400 años desde su primera publicación.

    En las palabras de Willison (quien cita mucho a Bradford), viendo la actitud del rey, “Brewster y sus amigos” (incluyendo a Bradford) “…no fueron intimidados. Durante ‘varios años, con mucha paciencia’ habían soportado el acallar a ‘predicadores piadosos y celosos.’ Ahora se acabó la paciencia. El tiempo de paños tibios había pasado, y comenzaron a mirar ‘más las cosas por la luz de la Palabra de Dios.’ Mientras más la examinaron…más cierto parecía que la Iglesia Anglicana era ‘una mezcla profana de personas y cosas’ ningunas de las cuales tenían ‘autorización en la Palabra de Dios, sino que eran las mismas cosas usadas en el papismo y todavía retenidas.’ Por eso la Iglesia fue tan llena de ‘ceremonias abyectas y miserables.’ Que los obispos las seguían si así lo deseaban, pero en cuanto a ellos, no iban a ‘hacerse esclavos de ellos y su basura papista.’

    “Para aquellos ‘cuyos corazones el Señor había tocado con celo por su verdad’ quedó claro que había en ese tiempo una sola cosa que hacer, ¡y lo hicieron! Quitando ‘ese yugo de esclavitud anticristiana, y como el pueblo libre del Señor, se unieron (por un pacto del Señor) en un relación eclesiástica (a church estate), en la comunión del evangelio, para caminar en todos sus caminos conocidos o que serían conocidos, conforme a sus esfuerzos más valientes, no importa lo que costara, siendo el Señor su ayudador.’ (G. F. Willison, Saints and Strangers, p49)

    Aunque era joven, Bradford participaba en esta separación y se asoció con los “separatistas”. Pero, los separatistas fueron perseguidos y oprimidos, siendo amenaza su vida y sus bienes, lo que fue una preocupación grande. Los tíos, amigos y conocidos de Bradford, trataron de convencerle de que abandonara sus convicciones y su asociación con los separatistas. Pero, frente a toda la presión contra él, la actitud de Bradford fue: Si yo fuera a poner en peligro mi vida o mi herencia por una conducta impía, entonces sus consejos serían muy apropiados; pero ustedes saben que he sido diligente en mi vocación, y no sólo he deseado aumentar lo que tengo, sino disfrutarlo entre ustedes; y no quiero perder ese compañerismo con ustedes porque sería una cruz muy pesada para llevar. Sin embargo, lo que tengo que preferir sobre todo, aun sobre la vida misma, es el mantenimiento de una buena conciencia y el caminar de la manera que Dios ha prescrito en su Palabra. Por lo tanto, como la causa es buena por la cual probablemente voy a sufrir los desastres que ustedes exponen, no deben estar enojados conmigo ni tener lástima de mí, porque estoy dispuesto a perder todo lo que estimo en este mundo por esta causa y doy gracias a Dios de que me ha dado un corazón para hacerlo, y me permitirá sufrir así por Él.

    Esa separación sucedió cerca del año 1606. En ese año, uno de los predicadores que ellos escuchaban, considerándole como un hombre “bien capacitado y buen predicador”, era John Smyth, que algunos consideran como el fundador de la Iglesia Bautista (pero, no estamos de acuerdo con esa opinión, NDV). Debido a la distancia y a los peligros, los cristianos se separaron en grupos más locales y se reunían a escondidas donde quiera que pudieran hacerlo, hasta en la “taberna” de Brewster. Richard Clyfton ayudó el grupo cerca de Scrooby. Brewster, un hombre bien educado y estudiante de la Biblia, era un “apoyo y ayuda especial” en esta iglesia, y en ese lugar y tiempo.

    Después de la separación se unió a la congregación en Scrooby un hombre llamado John Robinson. Robinson también fue educado en un colegio de reconocido prestigio y era buen estudiante, llegando a ser “lector” de griego en la universidad. A la larga Robinson fue llamado como pastor del grupo y Brewster como anciano. La opresión hacia los separatistas fue tanta que decidieron buscar refugio en Holanda donde había libertad para personas como ellos.

    Esa decisión fue costosa, porque tuvieron que dejar su tierra, parientes y trabajos para ir a un lugar con otro idioma y costumbres, pero al pensar en esas cosas, como Bradford escribió, “no fueron desanimados, aunque a veces fueron conturbados, porque sus deseos estaban puestos en los caminos de Dios, para disfrutar sus ordenanzas. Confiaron en su providencia y conocieron a Aquel a Quien habían creído.”

    Resolvieron ir a Holanda, sin embargo, ir allá no era fácil porque las autoridades habían prohibido tales migraciones. Guardaban los puertos para impedir la salida de los disidentes. En una ocasión, muchos de ellos (y parece que Bradford estaba con ese grupo) hicieron un arreglo con un capitán holandés para llevarles a Holanda, pero el hombre, después de recibir su dinero, les entregó a las autoridades inglesas. La mayoría de ellos fueron librados al cabo de un mes, pero 7 de los líderes fueron procesados y luego multados.

    Al año siguiente, hicieron otro esfuerzo (y Bradford estaba entre ellos). Esa vez, los hombres subieron al barco antes de que las mujeres y niños pudieran hacerlo, el capitán se vio amenazado por las autoridades y zarpó con los varones, dejando a las mujeres y niños. El viaje fue horrible, porque se levantó una tempestad tan grande que todos pensaron que el barco se iba a hundir. Después de casi 2 semanas de viaje, que practicamente pudieran haber hecho en 3 o 4 días, llegaron a Amsterdam.

    Mientras tanto, las familias de los hombres fueron enviadas de un sitio a otro y finalmente les fue otorgada su libertad. Poco a poco, escondidas en un barco u otro, sus familias pudieron llegar a Amsterdam. También otras familias poco a poco hallaron alguna manera de entrar en distintos barcos sin ser detenidas por las autoridades.

    Aunque Bradford era joven todavía, se mantenía firme en sus convicciones. Probablemente vivía con los Brewster. En Holanda, después de un año en Amsterdam en una situación eclesiástica con algunos llamados “hermanos ancianos o antiguos” (“Ancient Brethren” en inglés), decidieron mudarse a una ciudad llamada Leiden. Bradford y otros de la iglesia han guardado mucho silencio sobre sus experiencias con la iglesia de Amsterdam, pero hay cosas conocidas acerca de ese grupo que parecen ciertas, cosas que perjudicaron a los separatistas en general. A la larga esa iglesia particular de Amsterdam desapareció.

    En Amsterdam, Bradford aprendió a trabajar en el sector de la seda y en Leiden aprendió a trabajar elaborando una tela que se llama pana o cordero (o en Chile, cotelé). Por lo general, era un trabajo duro y se ganaba poco. Había mucha pobreza, sin embargo, el amor y la unidad de los hermanos era evidente. La iglesia prosperaba. Robinson tenía buen nombre en Holanda, había estudiado en la famosa Universidad de Leiden y debatía contra los arminianos con mucho éxito. Pudieron adquirir una propiedad para el pastor Robinson y para las reuniones de la iglesia. El lugar fue llamado “Green Gate” (Puerta Verde).

    Bradford prosperaba espiritualmente bajo ese ministerio. En el año 1612 Bradford se hizo ciudadano de Leiden. Hizo arreglos para vender los terrenos que había heredado en Inglaterra. Buscó un lugar en el que vivir aparte y se casó con una joven de 16 años llamado Dorothy May. El año siguiente nació un hijo que llamaron John (probablemente en honor al pastor John Robinson).

    En Leiden la vida no era fácil y con el paso del tiempo algunos hermanos acabaron teniendo preocupaciones e inquietudes sobre su futuro, el de sus familias y el de la iglesia: trabajaban duro y sus hijos sufrían también de ese duro trabajo; veían que también podrían perder su identidad como ingleses; y especialmente temían la influencia mundana de los holandeses en la vida de sus hijos. En particular los holandeses no santificaban el día del Señor sino que malgastaban ese tiempo en juegos y como si fuera cualquier otro día de fiesta. Ir a Inglaterra significaba ir a la cárcel si mantenían sus reuniones separatistas. Con todo, algunos dijeron que sería mejor vivir encarcelado en Inglaterra que seguir viviendo en la pobreza de Holanda. La opción que consideraron fue la de emigrar a América. Pensaban que allí podrían encontrar un lugar donde establecer una iglesia y adorar a Dios conforme a las Escrituras; habría oportunidades de seguir manteniendo su vida agrícola como muchos la habían tenido antes en Inglaterra; y podrían llevar el evangelio a los paganos también.

    Desde 1617 comenzaron a indagar sobre cómo podrían hacer esto. Había mucha discusión sobre a dónde ir, a Sur América (Guyana) o a Virginia en Norte América o quizá a una parte más hacia el norte todavía controlada por una compañía de Virginia. Hicieron muchas indagaciones y negociaciones por medio de un par de diáconos enviados por ellos a Inglaterra. Finalmente, después de muchos contratiempos y problemas de varias índoles, en septiembre de 1620 unos voluntarios, físicamente aptos para el viaje, salieron de Inglaterra en un barco llamado Mayflower. Bradford y su esposa Dorothy estaban en el barco, pero habían dejado a su hijo John, de 5 años, en Leiden (probablemente con los Robinson). En el barco había 102 pasajeros más 30 que eran miembros de la tripulación.

    En noviembre llegaron a la costa de Norte América una región que más tarde fue llamada “Nueva Inglaterra” (“New England” en inglés), en particular, en una parte de lo que es ahora el Estado de Massachusetts. Todavía los Estados de esa área son conocidos como los Estados de Nueva Inglaterra.

    Los sufrimientos en el viaje fueron muchos. Uno puede notar algo de eso por lo que se desprende de estas palabras de Bradford: “Habiendo, llegado a buen puerto y a tierra, cayeron sobre sus rodillas y bendijeron al Dios del cielo, Quien les había traído a través del vasto y furioso mar y les había salvado de todos los peligros y sufrimientos del mismo, para poder poner sus pies en tierra firme y estable, su verdadero elemento. Y no es nada de maravilla verles tan gozosos viendo que el sabio Séneca se afectó tanto por un viaje de unas pocas millas al lado de la costa de Italia que afirmó que hubiera preferido quedarse en el camino durante 20 años en la tierra que ir por mar a cualquier sitio en poco tiempo, así vio cualquier viaje por el mar como difícil de soportar y espantoso.

    “Pero aquí tengo que detenerme y maravillarme pensando en la condición actual de ese pueblo pobre; y pienso que el lector también estará maravillado si la considera. Habiendo pasado ese vasto océano y un mar de problemas en su preparación antes…ahora no hallaron amigos para darles la bienvenida, ni posadas para entretener y refrescar sus cuerpos azotados por el clima, ni casas ni pueblos a donde ir, para buscar ayuda…

    “Que sea considerado también la poca esperanza de bienes y de ayuda que tuvieron al salir y que pudiera haber fortalecido sus pensamientos en su triste condición con tal cantidad de pruebas, y así uno entiende el poco ánimo que habría en ellos. Es cierto que estaban seguros del afecto y amor de sus hermanos que se quedaron en Leiden, estaban seguros de su buena voluntad hacia ellos, pero en realidad los de Leiden tenían muy poco poder para ayudarles o aun a sí mismos…¿Qué podría sostenerles sino el Espíritu de Dios y su gracia? No podían hacer nada aunque debían decir con toda verdad los hijos de estos padres: ‘Nuestros padres eran ingleses que pasaron por este océano grande y estuvieron a punto de perecer en este desierto; pero clamaron al Señor y Él oyó su voz y miró su adversidad…Que alaben al Señor porque Él es bueno y sus misericordias permanecen para siempre…’.”

    Desde el principio se nota que Bradford era un hombre de confianza y de valor. Se encuentra entre los primeros firmantes del famoso “pacto” hecho en el Mayflower antes de bajar a tierra. Ese pacto era necesario porque había algunos extranjeros en el barco, personas que no eran miembros de la congregación de Leiden, que estaban hablando de cómo nadie les iba a mandar una vez que llegaran a tierra. Antes de permitir a cualquier persona tocar tierra, hicieron un pacto que determinaba cómo iban a vivir juntos. Como resultado, escogieron a un gobernador para la colonia, quizás fue el primer gobernador que había sido escogido así para una colonia. John Carver fue elegido unánimemente para ser gobernador.

    En cuanto a Bradford, que ya tenía 30 años de edad, se encontraba siempre entre los líderes. Fue como uno de los voluntarios que exploraron varias partes cerca del área donde el barco estaba anclado. Estaban buscando la mejor ubicación para establecer el pueblo.

    En uno de esos viajes de exploración la esposa de Bradford se cayó del barco y murió ahogada en el mar. Debido a los pocos comentarios sobre ese incidente, hay algunos que han especulado que ella se suicidó, cosa que hubiera causado mucha vergüenza y dolor en la iglesia. No cabe duda de que Bradford sintió profundamente esta pérdida. Y lo que citamos anteriormente nos da una idea del ánimo que les mantenía y de lo que pudiera haber pasado si la fe hubiera fallado. A pesar de los pocos comentarios, debemos pensar que fue un golpe muy fuerte para Bradford el perder a su compañera.

    Después de escoger el sitio en el que establecerse, comenzaron sus trabajos. Muchos tuvieron que quedarse en el barco, porque no había casas. El invierno había comenzado y trajo mucha enfermedad. Durante ese primer invierno solamente sobrevivieron la mitad de los viajeros. Muchos de los miembros de la tripulación también murieron. Bradford nos cuenta de un marinero en particular que se había portado cruelmente con los santos y al fin, poco antes de morir, reconoció cómo los cristianos se cuidaban unos a otros en medio de su enfermedad pero que los marineros no hacían eso. Ese marinero profano y cruel fue cuidado por los santos en su enfermedad y la bondad de ellos tocó su corazón.

    Aun Bradford enfermó y Brewster y Carver el gobernador le cuidaron en su tiempo de enfermedad.

    La primavera llegó y con la ayuda de un indio llamado Squanto, los Peregrinos sembraron maíz que habían encontrado allí, también sembraron semillas que trajeron de Inglaterra. Squanto llegó a ellos por la providencia de Dios y estaba constantemente al lado de Bradford. Sin él, es muy posible que los Peregrinos no hubieran sobrevivido, pero Dios hizo provisión para cuidar a aquellos que querían honrarle en su iglesia.

    Un día el gobernador Carver, después de trabajar en los campos, se quejó de un dolor de cabeza, al poco tiempo entró en coma y murió. La gente de la colonia escogió como gobernador a William Bradford, que apenas tenía 31 años,. Él pidió que nombraran también a un asistente y le dieron a Isaac Allerton. Desde el año 1621 hasta su muerte Bradford fue elegido 30 veces como gobernador en la elección anual (solamente hubo 5 años en que no sirvió como gobernador, aunque esos años no fueron sucesivos y además aun en ellos asesoraba al gobierno del pueblo). Se nota la confianza que la gente tenía en él para seguir escogiéndole año tras año.

    Bradford volvió a casarse con una viuda y tuvieron 2 hijos.

    De Bradford se puede destacar a un hombre de fe, que siguió la luz que tenía. Su preocupación era el alma más que el cuerpo . Su historia es un documento de tremendo valor, pero no sirve para exaltar la persona de Bradford sino para dar gloria a Dios. En ella no hay descripciones de cómo eran las personas físicamente. No sabemos si había entre ellos altos o bajos, flacos o gordos, con pelo rubio o negro, calvo o de pelo largo, etc. Podemos leer comentarios sobre la fe o la piedad, pero no sobre características físicas.

    Sabemos cosas sobre algunas de sus creencias, especialmente sobre la adoración y las diferencias entre episcopales y congregacionalistas. Sabemos de su actitud hacia el día de reposo, cuán cuidadosamente lo guardaban. Sabemos de su actitud hacia el 25 de diciembre.

    Entre el testimonio que Mather escribió referente a Bradford, mencionó su auto negación y dijo que dondequiera que la gente lea su Historia (o sea, la de Mather) deseaba que consideraran este testimonio como un memorial. La concesión de la colonia fue puesta a su nombre: “A William Bradford, a sus herederos, a sus asociados y a los asignatarios”. Pero al aumentar la población y el número de los pueblos y de los hombres libres, la Corte General le pidió que devolviera la concesión. Lo hizo rápidamente y de buena voluntad, confirmando todo de una manera oficial y legal, solamente reservando para sí su justa proporción. Pero siempre veía como la providencia del Cielo tenía muchas formas de recompensarle, de manera que pudo testificar que aunque había dejado amigos, casas y terrenos por amor del evangelio, sin embargo el Señor le había repuesto todas aquellas cosas de nuevo.

    Según Cotton Mather, Bradford era “un hombre equipado para los estudios y no solamente para la acción; y así, a pesar de las dificultades de su juventud, alcanzó una pericia notable en los idiomas: el idioma de los holandeses fue casi tan natural para él como su inglés nativo; podía manejar el idioma francés; había dominado el latín y griego; pero sobre todo estudiaba hebreo, ‘Porque’ dijo, quería ver con sus propios ojos los oráculos antiguos de Dios en toda su belleza original. Fue diestro en la Historia, en Antigüedades, y en Filosofía; y en cuanto a la Teología la conocía tanto que podía discutir contra los errores…Pero, la corona de todo fue su vida santa, llena de oración, velando cuidadosamente y con un caminar fructífero con Dios, en el cual fue un ejemplo.” (Great Works of Christ in América, tomo 1, páginas 113, 114)

    Cronología de la vida de William Bradford
    Tomado de http://www.pilgrimhall.org/bradfordwilliam.htm

    1590 Nacido y bautizado en 19 marzo en Austerfield, Yorkshire, Inglaterra.
    1602 Comienza a asistir regularmente las reuniones puritanas y separatistas, llegando a estar influenciado por William Brewster y John Robinson de la Congregación Separatista de Scrooby.
    1608 Los Separatistas de Scrooby comienzan a salir de Inglaterra y establecerse en Holanda.
    1609 Bradford se une con los Separatistas de Scrooby en Amsterdam.
    1613 Se casa con Dorothy May.
    1620 Los Peregrinos del Mayflower hacen su viaje a Plymouth. Muerte de su esposa Dorothy.
    1621 Primer gobernador de Plymouth, John Carver, muere. William Bradford es elegido gobernador, teniendo ese oficio el resto de su vida (con la excepción de 5 años).
    1622 Mourt’s Relation (Narración de Mourt), basada en los escritos de William Bradford y Edward Winslow entre otros, publicada en Londres.
    1623 Se casa con una viuda Alice Carpenter Southworth.
    1630 Comienza a escribir lo que eventualmente se llama Of Plymouth Plantation (De la colonia de Plymouth).
    1650 Termina de escribir la narración, llegando hasta el año 1646, y colocando una lista corriente de los pasajeros del Mayflower y su condición actual en el año 1650.
    1657 Muerte de Bradford.

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  • Biografía: Reseña biográfica de Richard Baxter

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    Reseña biográfica de Richard Baxter

    Richard Baxter (1615-1691)
    Notas sobre su vida y ministerio

    Fuentes de información para estas notas

    He recogido información de varios escritos. Muchos autores confiesan que mucha de su información procede de un libro autobiográfico (Reliquiae Baxterianae), pero no he tenido el tiempo de ojear (mucho menos leer) esa obra de 800 páginas. Gran parte de lo que sigue la he tomado del libro Meet the Puritans (MP) por Joel Beeke y Randall J Pedersen1; también la introducción de J I Packer (JP) que se encuentra en español en El Pastor Renovado (Banner of Truth, 2009) y el prefacio de ese mismo libro por William Brown, el cual publicó la edición del libro que fue traducido a español. Además, en la edición de El Reposo Eterno de los Santos de CLIE (sin fecha) traducida por David Vila, hay una Nota a Modo de Prefacio que ofrece unos puntos de valor. No sé quien escribió esa “Nota”, porque sólo aparecen las iniciales “BF” con la anotación “Kidderminster, 25 diciembre 1758”. También he leído las introducciones y prefacios de Tomo I de The Christian Directory (¿publicado por Sovereign Grace Publishers hacia los fines del siglo pasado?) que contienen información interesante e instructivo. Me gusta mucho un artículo breve (5 páginas) por Lynell Friesen (LF) publicado en IIIM Magazine, Volume 2, Number 27, July 3 to July 9, 2000 titulado The Work and Thought of Richard Baxter (disponible gratis en PDF)2.

    Problemas con la teología de Baxter, o ¿por qué considerar su vida y escritos?

    En la Introducción a El pastor renovado, J I Packer, con una serie de datos cronológicos/biográficos “en el estilo de Who’s Who (Quién es quién)”, presenta “a Richard Baxter, el pastor, evangelista y escritor más destacado en cuanto a asuntos prácticos y devocionales producido por el puritanismo.” (Escribió dos veces más que John Owen, según LF.)

    Packer continúa: “Baxter era un gran hombre, lo suficientemente grande para tener grandes defectos y cometer grandes errores. Brillante diputado independiente, extremadamente culto, con una asombrosa capacidad para el análisis instantáneo, el debate y la argumentación, era capaz de darle mil vueltas a cualquiera en un debate, pero no siempre empleaba sus destacados dones de la mejor manera posible.” Y Packer da unos ejemplos de cómo buscó un camino intermedio entre varias teologías sobre varias doctrinas (por ejemplo, entre la reformada y arriana y romana en cuanto a la gracia).

    De hecho, la palabra “baxterianismo” fue inventada y se usa todavía (en inglés) de una manera despectiva en referencia a las enseñanzas de ese hombre, como pueden verificar por una búsqueda en el internet. Hay artículos modernos escritos por algunos de nuestros hermanos bautistas reformados que señalan esos errores en la teología de Baxter (por ejemplo, Austin Walker, y otros).3

    Packer también afirma que Baxter no supo “desenvolverse bien en la vida pública.” Añade, “Aunque siempre fue respetado por su vida piadosa y su destreza pastoral, y porque siempre buscaba la paz doctrinal y eclesiástica, su proceder combativo, tajante y pedagógico ante sus semejantes aseguraba de antemano el fracaso.”

    También Meeting the Puritans (Conociendo a los puritanos) dice (en mi traducción “dinámica”), “Los escritos de Baxter son una mezcla teológica extraña. Fue de los pocos puritanos cuyas doctrinas de los decretos de Dios, de la expiación y de la justificación fueron cualquier cosa menos reformadas. Aunque en general su teología fue estructurada siguiendo el pensamiento reformado, frecuentemente favoreció el pensamiento arminiano. Desarrolló su propia idea de la redención universal, la cual ofendió a los calvinistas, pero también retuvo una forma de elección personal, la cual ofendió a los arminianos. Rechazó la reprobación. Fue influenciado grandemente por los seguidores de Moisés Amyraut e incorporó en su teología mucho del pensamiento de Amyraut, incluyendo un universalismo hipotético, que enseña que Cristo murió por todos los hombres en teoría, pero que su muerte solamente tiene un beneficio verdadero a los que creen. Baxter creía que la muerte de Cristo fue más bien una satisfacción a la ley que una muerte sustitutiva personal por los pecadores escogidos.”

    Los autores de este mismo libro continúan, “La manera en la cual Baxter entendió la justificación ha sido llamada ‘neonomismo’ (en inglés “neonomianism”o sea, ‘nueva ley’); dijo que Dios ha hecho una nueva ley ofreciendo perdón a los arrepentidos transgresores de la ley antigua. La fe y el arrepentimiento – la nueva ley que tiene que ser obedecida – llegan a ser la justicia personal y salvadora del creyente, justicia salvadora que es sostenida por gracia que la preserva. Así que, la soteriología de Baxter sigue a Amyraut con la adición de la enseñanza arminiana de una ‘nueva ley’. Afortunadamente, estas doctrinas erróneas no aparecen mucho en los escritos devocionales de Baxter, que tienen como su fin el animar la santificación antes de enseñar la teología”.4

    Hay que fijarse bien en esa última oración, y en lo que dice Packer, después de exponer la parte negativa de la vida de Baxter, “Sin embargo, como pastor, Baxter era incomparable”.

    Es esa “faceta de su ser” la que explica nuestro interés en Baxter. Podemos aprender mucho de él.

    Padres y educación elemental

    El Richard Baxter quien ministró en Kidderminster en Inglaterra y escribió muchos libros conocidos como El reposo eterno de los santos (The Saints’ Everlasting Rest) y El pastor reformado (The Reformed Pastor) y El directorio cristiano (The Christian Directory, un libro no traducido al español), nació el 12 de noviembre de 1615 (la fecha comúnmente aceptada), en un pueblo de Shropshire llamado Rowton, el único hijo de sus padres Beatrice Adeney y Richard Baxter.

    Su padre tuvo la mala costumbre de jugar, además de haber heredado unas deudas, y su madre tenía mala salud. Por eso, Baxter hijo, el sujeto de este estudio, vivió con sus abuelos maternos por los primeros 10 años de su vida. Después de la conversión de su padre mediante la lectura de las Escrituras a solas, Baxter volvió a la casa de sus padres y luego en su vida se dio cuenta de cómo Dios usó las conversaciones serias acerca de Dios y de la eternidad como el medio de sus primeras convicciones, y de ver con aprobación la necesidad de una vida santa.

    Notemos bien la gran bondad de Dios en la salvación de su padre y cómo Dios usó eso para bien en la vida del hijo.

    En esas circunstancias, la educación de Baxter fue bastante informal. Dijo que tuvo 4 maestros diferentes en 6 años, y los 4 eran ignorantes, (¿en un sentido espiritual? ndv) y 2 de ellos llevaron vidas inmorales. No obstante, tuvo una mente fértil, y leyó y estudió con deleite.

    No obtuvo grados universitarios pero casi todos están de acuerdo que sabía más de la Biblia y de los escritos de otros que la mayoría de los que tuvieron el privilegio de estudiar en la universidad.

    Conversión, otros estudios

    Un tiempo extendido de enfermedad y la lectura de varios libros, especialmente las obras de William Perkins, fueron los medios que Dios usó para que Baxter resolviera que sería de Dios (como testificó: God “resolved me for Himself”).

    Cuando cumplió 15 años de edad, fue tocado y conmovido profundamente por el libro The Bruised Reed (La caña cascada) de Richard Sibbes. Escribió: “Sibbes me abrió más del amor de Dios y me dio una comprensión viva del misterio de la redención y de cuán grande era mi deuda a Jesucristo.”

    Después de eso, confesó que el libro Treatise of Faith (Tratado de la fe) por Ezekiel Culverwell le hizo mucho bien.

    La educación de Baxter mejoró cuando pudo estudiar en una escuela de gramática en Wroxeter con la ayuda de un maestro llamado John Owen (pero no el conocido puritano). Allí había un ministro erudito, Francis Garbet, que le ayudó en mucho.

    A la edad de 16, persuadido por Owen, en vez de ir a la universidad, recibió instrucción de un amigo de Owen, Richard Wickstead, capellán en Ludlow Castle (Castillo de Ludlow). Estuvo allí por 18 meses, pero parece que su tutor no tuvo mucho entusiasmo en la tutoría.

    Después de eso, en 1633, fue a Londres, patrocinado por Sir Henry Herbert quien era “Master of the Revels”) (director de entretenimiento) en la corte del rey Carlos I. Durante su poco tiempo en esa ciudad, oyó a 2 ministros puritanos, Charles I. Joseph Symonds y Walter Craddock, ministros piadosos que despertaron en él unas simpatías hacia los no conformistas. Pero, sólo se quedó en Londres por 4 semanas. No le gustó la vida mundana de la corte y también quiso cuidar a su madre enferma.

    Volvió a su casa en el 1634 y su madre murió en mayo de 1635.

    Por los próximos 4 años, estudió por su cuenta. Estudió teología. En particular estudió la teología de los escolásticos, incluyendo Tomás de Aquino, Duns Scotus y Guillermo de Ockham.

    Llamamiento al ministerio, y ministerio en Kidderminster

    A la edad de 23 años, Baxter fue ordenado como diácono en la iglesia oficial, pensando que los “conformistas” (los que favorecieron que todos fueran parte de la Iglesia de Iglaterra, la Iglesia Anglicana) tuvieron mejores argumentos que los no conformistas. Por 9 meses sirvió como maestro de una escuela fundada en Dudley, un centro de “no conformismo”. En 1639 comenzó a servir como asistente del ministro en el pueblo de Bridgnorth, Shropshire. Allí, pudo apreciar más el “no conformismo” que había en el país.

    En 1641 Baxter fue establecido como coadjutor de Kidderminster, Worchestershire. La población contenía muchos tejedores groseros y corruptos. Al principio muchos fueron ofendidos por su predicación fuerte y por su énfasis en una Santa Cena controlada y en la disciplina de la iglesia. Sin embargo, durante los 17 años que sirvió allí (1641-42 y 1647-61) vio mucho fruto. Predicó como “un hombre moribundo a hombres moribundos”. Por la bendición del Espíritu Santo hubo muchas conversiones. Su orar también fue intenso, como una persona testificó, “Su alma tomó alas hacia el cielo y arrebató las almas de otros con él”.

    Interrupción a causa de la guerra civil.

    Durante el tiempo cuando los ejércitos del parlamento (bajo Oliver Cromwell) pelearon contra los ejércitos del rey, Baxter apoyó y, a veces, acompañó los ejércitos del parlamento. Predicó delante de Cromwell, pero no estaba de acuerdo con la tolerancia de Cromwell hacia los separatistas (los que habían dejado la iglesia de Inglaterra para formar iglesias separadas, como los presbiterianos, congregacionalistas, bautistas y otros). Aunque Baxter no se conformaba a la Iglesia Anglicana en varias cosas, con todo quiso ser parte de una iglesia establecida sin separación. Vio como algunos líderes separatistas enseñaron el antinomismo, el cual se opone a una vida cristiana práctica.

    En el 1647, debido a las enfermedades prolongadas, Baxter tuvo que dejar el ejército. Recuperó en el hogar del señor Thomas Rous y su señora. Allí preparó la primera parte de su famoso libro The Saints Everlasting Rest (El reposo eterno de los santos), que fue publicado por primera vez en 1650. Más tarde en su vida declaró que lo escribió como una labor de amor mientras que “miraba a la muerte cara a cara, y con todo, experimentando la gracia suficiente de Dios.”

    Ministerio continuado en Kidderminster.

    Después de su recuperación, Baxter volvió a Kidderminster y allí se concentró en escribir. “Mis escritos fueron mi ocupación principal diariamente…mientras que la predicación y la preparación para predicar fueron mi recreación” (Reliquiae, MP). Catequizó a los miembros de la iglesia 2 días de cada semana. Iba de casa en casa con un asistente, hablando con cada familia por una hora y proveyendo a cada familia un libro edificante o dos, usualmente libros escritos por él. Dijo de esas visitas: “Pocas familias me despidieron sin algunas lágrimas, o sin lo que parecieron ser unas promesas serias de seguir una vida santa.” También añadió, “Algunas personas ignorantes, que por mucho tiempo no sacaron provecho de la palabra que oyeron, han obtenido más conocimiento y remordimiento de consciencia en media hora de visita intensa, que el que obtuvieron en 10 años de la predicación pública.”

    Cito ahora a Packer, “La ciudad abarcaba unos 800 hogares y 2000 personas. Cuando Baxter llegó era ‘un pueblo ignorante, rudo y parrandero’, pero ese estado sufrió una dramática transformación. ‘Cuando emprendí la labor, tomé nota especial de todo aquel que se humilló, se reformó o se convirtió; pero cuando llevaba mucho tiempo trabajando, por la gracia de Dios se convirtieron tantos que ya no tenía tiempo para anotarlos a todos […] familias enteras y un número considerable de personas […] se convirtieron y crecieron en la fe, de manera casi inexplicable.” “La congregación solía estar completa [la iglesia tenía capacidad para 1000 personas], de manera que nos vimos obligados a construir cinco galerías […]. Los domingos […] se podía escuchar a cien familias cantando salmos y repitiendo sermones al pasar por las calles […]; cuando llegué aquí había más o menos una familia por calle que adoraba a Dios y clamaba a su nombre y, cuando me marché, en algunas calles no quedaba ni una sola familia que no lo hiciera; todos, al profesar una piedad seria, nos hacían confiar en su sinceridad”. (Sigue leyendo el resto del párrafo en la página 16).

    El tiempo cuando fue expulsado del ministerio

    Baxter estaba dispuesto a conformarse en mucho, pero no pudo aceptar todo lo que el rey y los líderes anglicanos exigieron y por eso, como 2000 ministros más, fue expulsado de su iglesia en el día de San Bartolomé (24 agosto) de 1662. Baxter iba rumbo a su cumpleaños 47 cuando eso pasó.

    Cuando cumplió 50 años se casó con Margaret Charlton, una mujer que fue convertida mediante su predicación en años anteriores. Ella tenía menos de la mitad de los años de Baxter, y unos cuantos se preocuparon por eso. Sin embargo, la excelencia de su matrimonio silenció los comentarios. Ella tenía la reputación de ser una cristiana devota y una esposa fiel que anhelaba la salvación de las almas. Baxter escribió de ella, hablando de su piedad. Dijo que ella pudo resolver problemas de consciencia mejor que la mayoría de los pastores que conoció. Por eso compartió muchos casos con ella, excepto aquellos más confidenciales.

    Fue encarcelado más de una vez. En su vejez, el rey James II le persiguió y fue encarcelado por unos meses.

    Además de los sufrimientos por causa de la consciencia, Baxter también sufrió mucho en su salud. Según algunos, Baxter sufría de tuberculosis, pero, si fuera así, aparentemente esa enfermedad no llegó a su colmo porque vivió hasta los 76 años de edad. Desde los 21 años tenía mucho dolor, pero siempre trabajaba ardientemente según las circunstancias le permitieron.

    En el tiempo de no poder ser pastor, buscó las maneras posibles de ser útil, especialmente usando su pluma.

    Ministerio literario

    Publicó como 135 escritos durante su vida; hay como 6 póstumos y muchos tratados no publicados (JP)

    Entre los más conocidos: El reposo eternos de los santos (The Saints Everlasting Rest,1650), publicado en español por CLIE (hay copias disponibles todavía a buenos precios); El pastor renovado (The Reformed Pastor, 1656), publicado en español por Estandarte de la Verdad en 2009 (no hay copias disponibles de Estandarte y parece que son escasas porque alguien, via Amazón, el 3 de mayo de 2016, estaba tratando de vender una copia por $140); A Call to the Unconverted (Un llamamiento a los inconversos) (1658); A Christian Directory (Directrices cristianas) (1673). Estos últimos dos están disponibles todavía en inglés en libros o como libros electrónicos.

    Muchas partes de los directrices han sido publicados como tratados. Por ejemplo (en inglés): Directions for amusements and recreations; http://www.gracegems.org/28/directions_for_amusements.htm

    Hay un buen tratado en español llamado: Cómo pasar el día con Dios
    https://verdaderavida.wordpress.com/2009/11/11/como-pasar-el-dia-con-dios-richard-baxter/

    Hay otro llamado: Orientaciones para odiar el pecado Fuente: http://www.puritansermons.com/baxter/baxter16.html
    http://descubriendoelevangelio.es/2009/04/orientaciones-para-odiar-el-pecado-richard-baxter/

    Lo siguiente5 aparece en “Diarios de avivamientos” (WordPress.com) sin el nombre del autor. Encuentro las citas edificantes:

    Extracto de la introducción escrita por el Dr. J.I. Packer

    Richard Baxter fue el pastor y evangelista más destacado de la época puritana. Sus logros en el poblado de Kidderminster fueron asombrosos. Inglaterra no había visto ningún ministerio parecido antes. El poblado tenía como 2000 habitantes y la mayoría eran ignorantes, groseros y viciosos. Pero después de la llegada de Baxter, la situación cambió en forma dramática. El dijo: “Le agradó a Dios convertir a muchos… Incluso a familias enteras y en numerosos grupos entraron a la iglesia”. Un siglo después, cuando George Whitefield visitó Kidderminster, escribió a un amigo lo siguiente: “Fui grandemente animado al descubrir que un olor suave de la doctrina, las obras y la disciplina del Señor Baxter, permanecían todavía en ese lugar”.

    El libro del Pastor Reformado fue y todavía es, dinamita; y como tal hizo un impacto de inmediato. Muchísimos ministros puritanos (entre ellos presbiterianos, independientes y bautistas) leyeron este libro y lo llevaron a la práctica. El libro hizo un gran impacto sobre muchos ministros en la época del “avivamiento grande” (1742-1743).

    Muchos ministros lo han leído como un estímulo que les ha impulsado a entregarse más a la obra de Dios. C. H. Spurgeon comentaba que tenía la costumbre de escuchar la lectura de este libro (a través de su esposa) los domingos por la tarde.

    Extractos del libro El Pastor Reformado, publicado originalmente en 1656

    Nuestro ministerio debe estar centrado en las grandes enseñanzas de la Escritura. Esto es lo que la gente necesita para alimentar sus almas, para mortificar sus pecados y calentar sus corazones. Si solo predicamos a Cristo, estaremos predicando todo. Esta es la mejor forma para no perder el tiempo. Muchas otras cosas pudieran ser deseables, pero el tiempo es corto y las almas son preciosas. Si los oyentes fallan en comprender las verdades esenciales del evangelio, entonces serán perdidos para siempre. Esto no agradará a aquellos que siempre quieren escuchar algo nuevo y emocionante. Frecuentemente tendremos que repetir las mismas cosas, porque las verdades esenciales son relativamente pocas. Sin embargo, debemos tratar de usar mucha variedad en su presentación. Tenga cuidado de no imitar a aquellos que tratan de compensar su falta de espiritualidad, convirtiendo su predicación en un “show” para divertir a los oyentes.

    Nuestra enseñanza debería ser lo más clara y sencilla posible. La gente no puede beneficiarse de nuestro ministerio a menos que lo puedan entender. Si obscurecemos la verdad, entonces somos enemigos de ella.

    Debemos cumplir nuestros deberes con gran humildad. Recuerde que la palabra “ministro” significa uno que sirve. El orgullo está fuera de lugar en uno que está buscando ayudar a otros en el camino de la salvación. Si Dios expulsó a un ángel orgulloso del cielo, entonces ¿Acaso dará la bienvenida a un predicador orgulloso y soberbio? El orgullo genera la envidia y los pleitos, y obstaculiza grandemente la obra del evangelio. Algunos pastores se han vuelto incompetentes porque son demasiado soberbios para aprender. No debemos rechazar con arrogancia a aquellos que no están de acuerdo con nosotros. Siempre debemos estar dispuestos a aprender de otros.

    Si nuestro pueblo está convencido de que les amamos, entonces serán más receptivos a nuestra enseñanza. Por lo tanto, debemos mostrar nuestro amor en una forma práctica. Pero, hay que tener cuidado de que nuestro amor no sea egoísta. Ellos deben seguir a Cristo y no a nosotros. No pase por alto sus pecados. La reprensión no es inconsistente con el amor. Dios mismo “disciplina a aquellos que ama”. Si usted quiere ser su mejor amigo, ayúdeles a pelear en contra de sus peores enemigos.

    Debemos tener reverencia en toda nuestra obra . La reverencia proviene del conocimiento de Dios. Por lo tanto, la irreverencia en las cosas santas es un signo de hipocresía. Alguien que predica como si estuviera viendo el rostro de Dios, tendrá un efecto más profundo que un hombre irreverente, aunque éste predique más ferviente y elocuentemente.

    Yo detesto la predicación que busca ser entretenida y alegre. No fuimos enviados para entretener, sino para impresionar a los pecadores con la majestad de nuestro Dios santo. Entre más se manifieste la presencia de Dios en nuestro ministerio, más profundamente será nuestra influencia sobre la gente.

    El predicador más dotado no debe gloriarse en nada excepto en la cruz de Cristo. Es un signo seguro de decadencia espiritual cuando perdemos nuestro gusto por la Palabra de Dios.

    Debemos estar profundamente conscientes de nuestra insuficiencia y de nuestra completa dependencia de Cristo. Debemos rogar continuamente a Dios por la gracia y la fuerza necesarias para cumplir nuestra gran tarea. No podemos predicar fervientemente a nuestro pueblo a menos que oremos fervientemente por ellos. Solo Dios les puede dar el arrepentimiento y la fe para vida eterna.

    Mientras que miramos al pueblo de Dios congregado, debemos recordar que han sido comprados por la sangre de Cristo. Escuche la voz de la sangre (Hebreos 12:24) rogándole para que sea fiel en toda su obra.

    Uno de nuestros peores pecados es el orgullo. El orgullo aflige aún a los mejores de nosotros. Afecta nuestra manera de hablar, nuestras compañías y aún nuestra apariencia (la manera como nos vestimos). El orgullo llena la mente con ambición y resentimientos hacia cualquiera que nos estorbe. El orgullo siempre está insinuándose a todos nuestros pensamientos y deseos. Nos persigue aún en nuestros estudios.

    Dios quiere que nuestros mensajes sean claros y sencillos para que todos los puedan entender, pero el orgullo nos motiva a ser astutos y divertidos. El orgullo quita el filo de nuestros sermones, porque excluye cualquier cosa que parece sencilla o poco sofisticada. El orgullo nos hace tratar de impresionar a la gente en lugar de edificarla. Dios quiere que prediquemos fervientemente, rogando a los pecadores para que se arrepientan; pero el orgullo nos dice que no debemos ser tan fervientes, para que la gente no vaya a pensar que estamos locos. En esta manera el orgullo gana el control sobre nuestro ministerio. La verdad puede ser predicada pero en una forma que sirve a los intereses de Satanás más que a los de Dios.

    Después de que el orgullo ha influido en nuestra preparación, entonces nos perseguirá hasta el púlpito. El orgullo afecta nuestra manera de predicar e impide que digamos cosas ofensivas, aún y cuando sean necesarias. El orgullo nos hace agradar a nuestra audiencia, buscando nuestra propia gloria en lugar de la gloria de Dios. El orgullo tiene la meta de impresionar a la gente con nuestra elocuencia, nuestro conocimiento, sentido del humor, piedad, etc..

    Después del sermón el orgullo nos persigue cuando salimos del púlpito, para saber lo que los oyentes piensan de la predicación. Si les agradó, entonces nos regocijamos, pero si no les impresionó, entonces nos desanimamos. Casi no nos preocupamos si tuvo un efecto salvador en algunos oyentes o no.

    Algunos ministros están tan ansiosos por ser populares que envidian a sus hermanos más famosos. Parecen pensar que los dones que Dios les ha dado son para atraer la admiración de la gente. Si otros tienen mayores dones que ellos, entonces dicen que se les está “sobrestimando”. ¿Acaso nos hemos olvidado que Cristo nos da dones para beneficiar a toda la iglesia? Si los dones de nuestros hermanos glorifican a Dios y benefician a su pueblo, ¿No deberíamos dar las gracias a Dios?

    No obstante, cuán frecuentemente encontramos a los ministros manchando secretamente la reputación de los hermanos más dotados. Cuando no pueden encontrar muchos motivos para criticarlos, entonces se rebajan al nivel de levantar malas sospechas, rumores maliciosos e insinuaciones. Otros, quienes temen perder su popularidad, no permiten que los mejores predicadores ocupen sus púlpitos. Esta actitud es tan común que es raro encontrar a dos predicadores igualmente dotados, trabajando en armonía en la misma iglesia. Su amistad es frecuentemente enfriada por la envidia y la rivalidad. Algunos ministros son tan celosos para mantener su posición que tratan de hacer todo ellos mismos, en lugar de ocupar a un asistente. Esto resulta en que el ministerio sea desacreditado y en el descuido pastoral del pueblo de Dios.

    Algunos ministros piensan que siempre tienen la razón, aún en los detalles más pequeños, y critican a cualquiera que se atreve a estar en desacuerdo con ellos. Ellos rechazan la doctrina de la infalibilidad papal, pero parece como si ellos aspirasen a ser pequeños papas. Esperan que todos estén de acuerdo con ellos como si fueran infalibles.5

    Rasgos importantes

    Su reputación como un hombre santo

    Varios hombres de Dios han hablado de Baxter como un hombre santo, como lo hizo Joseph Alleine quien escribió el libro famoso Alarm to the Unconverted, disponible en varios formatos (en inglés).

    Muchos hombres conocidos han pasado por alto las ideas no reformadas de Baxter, alabándole por sus escritos prácticos.

    Muchos testifican de la ayuda que han recibido de los libros mencionados arriba.

    El uso de su tiempo

    Considerando la salud de Baxter, es maravilloso observar el uso que hizo de su tiempo, incluyendo la oración, el estudio de las Escrituras, las predicaciones, las visitas pastorales.

    Evangelización y cuidado pastoral

    Muchas personas se convirtieron por su predicación y sus libros. Algunos de aquellos llegaron a ser ministros del evangelio.

    Muchos santos han testificado de cuánta ayuda recibieron mediante diferentes libros del Baxter (como el 2do suegro de Matthew Henry).

    Baxter fue un buen pastor y evangelista durante su vida terrenal y no sólo en persona, sino por medio de sus escritos. Todavía tiene una influencia santa entre cristianos de habla inglés y de habla español y portugués y ¿¿?? mediante sus libros.

    Notas.

    1. La parte sobre Richard Baxter (en inglés) se encuentra también en: https://www.monergism.com/thethreshold/articles/onsite/meetthepuritans/richardbaxter.html
    2. Se puede ver en: http://thirdmill.org/newfiles/lyn_friesen/CH.Friesen.Baxter.2.pdf
    3. Austin Walker: https://reformedforhisglory.wordpress.com/2013/04/20/benjamin-keach-contra-richard-baxter-justification-contra-baxterianism/ ;
    B A Ramsbottom , https://testallthings.com/2008/09/04/ramsbottom-baxterianism-a-warning/ ;
    Jeff Massey, http://confessingbaptist.com/tag/baxterianism/
    4. Ese error procede de un entendimiento equivocado de Génesis 15:6 citado por Pablo en la Epístola a los Romanos. Ustedes pueden estudiar ese versículo en buenos comentarios sobre Romanos (como los de Haldane, Hodge, Murray).
    El pastor Alan Dunn tiene una copia de un buen artículo (en inglés) sobre el significado de Génesis 15:6 en los escritos de Pablo, HOW DID PAUL UNDERSTAND THE SYNTAX OF GENESIS 15:6? Robert Duncan Culver (1916-2015). No pude hallar el artículo en sí con Google, pero hay disponible (por $4) una grabación en MP3 sobre ese tema por el autor: http://www.wordmp3.com/details.aspx?id=19800)
    5. https://diariosdeavivamientos.wordpress.com/2014/04/19/richard-baxter-el-pastor-reformado/

    Línea de tiempo (véase Introducción de J I Packer, El pastor renovado)

    1615 Nació, 12 de noviembre, (¿fecha?) en Rowton, Shropshire
    1638 Ordenado diácono
    1639 Rector del Colegio Richard Foley en Dudley
    1639-40 Coadjutor (ayudante) en la iglesia de Bridgnorth
    1641-42 Profesor (coadjutor) en la iglesia de Kidderminster
    1642-45 Capellán en Coventry
    1645-47 Capellán con regimiento en Whalley
    1647-61 Pastor en Kidderminster
    1661 Participó en la conferencia de Saboya
    1662-91 Tiempo de persecución. Se casó en 1662.
    1662-63 Moorfields
    1663-69 Acton
    1669 Encarcelado por una semana en Clerkenwell
    1669-73 Totteridge
    1673-85 Bloomsbury
    1685-86 Encarcelado por 21 meses en Southwark,
    1686-91 Finsbury
    1691 Murió, 8 de diciembre, en Londres.

    © Copyright | Derechos Reservados

  • Biografía: Stephen Charnock: su vida y carácter

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    noble-vater033020151121Noble Vater

    Doy gracias a Dios por conocer esta congregación y al Pastor Piñero. Cuando él estaba recién casado, fue enviado por la iglesia de Trinity para pasar un par de meses en Puerto Rico. Todavía me acuerdo muy bien de sus exposiciones sobre Tito cuando era joven y todavía no era pastor. Doy gracias a Dios por tantos años de amistad.

    No sé si me hizo un favor esta vez al pedirme que preparase una biografía de Stephen Charnock, pero le doy gracias a Dios por la oportunidad de poder hacerlo.

    Vamos a orar un momento.

    Padre nuestro, Creador de todo, Soberano sobre todo, Dios y Padre de Jesucristo, no hay nadie como Tú. Nos has amado con un amor eterno. Nos has comprado, nos has llamado para Ti. Si hay algunos aquí, en este día, que no pueden dar este testimonio, que no tienen esta paz y seguridad de que son hijos Tuyos, por Tu gracia te pedimos, que aún en este día tengas misericordia de ellos, y a todos los que has traído a este lugar, acompáñanos. Yo te necesito, todos te necesitamos para que este tiempo sea un tiempo de edificación. En el Nombre de Cristo Jesús, te pido todo esto. Amén.

    El pastor Eugenio Piñero me pidió que presentara una biografía del puritano Stephen Charnock como parte de esta conferencia especial que ustedes están celebrando en estos días (9-11 de septiembre de 2016).

    Por un lado, me alegré cuando me habló de su deseo, porque mi primera lectura seria de los puritanos fue el libro de Charnock sobre la existencia y los atributos de Dios. La edición de Sovereign Grace Book Club, publicado por Jay Green en el año 1958, con un prefacio escrito por Gordon Clark constituyó mi primera experiencia con los puritanos. Si logro acordarme bien, conseguí ese libro en el año 1962 y leí gran parte del mismo durante ese año.

    Anteriormente, además de estudiar la Biblia y cumplir con los requisitos del colegio bíblico, ya había devorado el libro de Pink sobre La soberanía de Dios. Había leído cosas de Benjamin Warfield, pero todavía no había comenzado con los llamados “puritanos”, especialmente con los escritos de muchos de aquellos dos mil hombres echados fuera de sus púlpitos en el año 1662 en Inglaterra, como John Owen y otras personas. Todavía no había leído El progreso del peregrino, porque trate de leerlo cuando tenía alrededor de ocho años y eso para mí no tenía sentido. Entonces, no quise volver hasta que, por vergüenza, cuando tenía en torno a 21 años pensé: “yo debo leer ese libro”. Eso fue algo que cautivó mi corazón. Fue totalmente diferente. Pude identificarme con ese peregrino, y lo recomiendo. Si no has leído El progreso del peregrino, espero que puedas leerlo entendiendo y e identificándote con ese peregrino. De hecho, en 1960, no había muchos libros “puritanos” disponibles. Estaba en los Estados Unidos Jay Green publicando algunos, pero fue después de que el “Estandarte de la Verdad” comenzase a publicar de nuevo a los puritanos, ahora tenemos esos tesoros disponibles de nuevo.

    En aquél tiempo compré el libro de Charnock (con algunos otros, como el de Owen sobre la tentación y el pecado, Overcoming Temptation and Sin) de un estudiante que quiso vender unos cuantos libros porque estaba pasando por dificultades económicas.

    Volviendo al libro de Charnock sobre los atributos de Dios—la lectura de ese libro hizo un impacto profundo en mí, por varios motivos. Primeramente, aunque tenía mucho conocimiento de Dios, porque fui criado en un hogar cristiano y de padres que creían en la Biblia, nunca había considerado tan detenidamente el Ser de Dios. Mediante esa lectura, del libro de Charnock, hubo un crecimiento en toda área importante de mi vida, porque fui llevado a contemplar a Dios como la Biblia le presenta ciertamente, pero de una manera amplia, y profunda y práctica como nunca antes lo había hecho, y pude verme a mí mismo delante de Dios, tal y como soy, con mis necesidades y debilidades. Pude ver algo de lo que el conocimiento de Dios significa en términos de la vida eterna y de mi vida delante de Él.

    El Señor usó ese libro en mi vida de manera especial en mi aprendizaje, como después usaría a Owen de una manera muy práctica en mi santificación.

    Por todo esto, ese primer encuentro con el libro The Existence and Attributes of God por Charnock, produjo en mi un sentimiento de gratitud a Dios Quien obró de tal manera para que ese libro llegara a mis manos y cómo Él me movió a leerlo y recibir provecho. He leído otras cosas que llevan el nombre de Charnock, pero no puedo oír el nombre de Charnock sin pensar enseguida en ese libro: La existencia y los atributos de Dios. Me imagino que eso pasa con algunos de ustedes. Oyen un nombre y siempre hay un primer pensamiento. Si oyen el nombre de Bunyan, viene a su mente El Progreso del peregrino, pero con Charnock, en mi caso, es La existencia y los atributos de Dios, y creo que también es así en el caso de muchas personas que reconocen el nombre.

    Por lo tanto, debido a mi amor a ese libro y a su autor, cuando el Pastor Piñero me dijo que quería que presentara una biografía de Stephen Charnock, pensé: Está bien. Charnock es un nombre conocido. Pensé que podía encontrar bastante y buena información, pero no fue así. Me equivoqué. Descubrí que no hay mucha información disponible sobre ese hombre. Leyendo una de las personas que escribió 18 páginas en el prefacio sobre Charnock, como él dice, “Un biógrafo no puede usar la imaginación, no puede ser creativo, no puede inventar hechos”. Entonces, hay que hacer otras cosas. Yo voy a hablar de Charnock, pero quiero decirles desde ahora, que no hay mucha información disponible sobre su vida.

    Por ejemplo, no hay mención en ninguna parte de su esposa ni de sus hijos. Más bien parece que nunca se casó. Vivió solamente 52 ó 53 años y murió (1628-1680).

    Después de ver cuán poca información pude descubrir, pensé que aunque sepamos poco, debemos dar gracias a Dios por ese hombre, porque Dios le usó para darnos unos escritos sumamente útiles. También, debemos dar gracias a Dios por sus amigos que publicaron sus manuscritos después de su muerte, porque según la información que hay disponible, nada de lo que él escribió o que lleva el nombre de Charnock fue publicado durante su vida excepto un sermón sobre “La pecaminosidad y sanidad de los pensamientos” (A Discourse of the Sinfulness and Cure of Thoughts). (Este sermón fue incluido en el tomo 2 de los 6 tomos de “Puritan Sermons”.) Todos los demás libros fueron publicados después de su muerte. Gracias a Dios él entregó todos sus manuscritos, ¡y hay muchos manuscritos!.

    Tuvo unos amigos llamados Adams y Viel, quienes perseveraron por durante años y años editando, preparando esos escritos, hasta que se publicó la primera edición de nueve tomos escritos por Charnock, pero luego lo redujeron a cinco tomos y solamente son esos los que están publicados de nuevo en nuestros días.

    Los apuntes que hago aquí son están basados mayormente en un ensayo de un hombre llamado William Symington—no sé nada más de él—que fue publicado en el prefacio de una edición de las obras de puritanos ingleses hecha en el año 1846 (unos 166 años después de la muerte de Charnock). Una de las fuentes más antiguas, sino la más antigua sobre Charnock, se llama The Nonconformist´s Memorial. Son memorias de los 2000 ministros que fueron echados fuera de sus púlpitos el Domingo 24 de agosto 1662 cuando el rey Carlos regresó a Inglaterra. 2000 hombres que no fueron declarados como personas no conformistas tuvieron que abandonar sus ministerios. Entonces, dos hombres llamados Edmund Calamy y Samuel Palmer hicieron el proyecto de averiguar más sobre la vida y los escritos de esos 2000 hombres. Symington tuvo que depender básicamente de lo que ellos escribieron en el sermón del funeral de Charnock predicado por John Johnston. Leeré lo que él dijo:

    Symington comienza su escrito con frases tomadas de Proverbios 10:7, “La memoria del justo es bendita, pero el nombre del impío se pudrirá” (LBLA), y del Salmo 112:6, “Porque nunca será sacudido; para siempre será recordado el justo” (LBLA). Por eso, dice que debemos hacer esfuerzos para apuntar y transmitir las virtudes y obras de aquellos que son dignos de imitar en la tierra. Cada generación puede acordarse de sus amados amigos, pero para los que vivimos después dependemos de las memorias de otros, y especialmente de las biografías y obras que han quedado escritas donde podemos conocer a los siervos del Señor y ser edificados por su trabajo escrito.
    lue
    Después de presentar estos argumentos en defensa de las biografías de los santos y el beneficio que nos aportan cuando nos acercamos a ellas, veamos lo que se comenta públicamente sobre los puritanos (según “Google” y las observaciones de Noble Vater, con correcciones hechas por otros):

    Podemos preguntarnos si alguna vez hubo un grupo de hombres cuya historia era más digna de ser preservada y transmitida que la de los teólogos no conformistas del Siglo XVII. Eran hombres de talento indudable, de erudición extraordinaria, de logros prodigiosos tanto en la teología como en la ciencia en general, de principios inflexibles, de actividad incansable, y de devoción sublime. Sería como un escándalo para nosotros mismos y un daño para los Siglos posteriores, si permitimos que se olvide su memoria. Si hay vidas que deben escapar del olvido de la tumba, son las de aquellos hombres. Sus descendientes no han sido del todo insensibles a esta obligación. Hay muchos memoriales (literarios) existentes de sus obras y de sus sufrimientos, de sus sacrificios y de su valor. Algunos son más y otros menos amplios, pero todos repletos de recuerdos agradables de los logros más nobles y con la fragancia del perfume de las más excelentes gracias cristianas. Tenemos una deuda de gratitud, en particular, a Calamy y Palmer*,

    Ellos fueron los que dije que investigaron sobre los 2000 hombres no conformistas. De ahí que él afirme que estamos en deuda de gratitud con ellos…

    por sus laboriosas investigaciones en este campo, y por los materiales valiosos que han recogido. En algunos casos nos han dado retratos de todo el cuerpo, todas las características aparecen, y los tonos más diminutos destacados con precisión en los detalles más delicados. En otros casos solamente han producido miniaturas humildes, o bocetos en meros trazos cortos. En muchos casos pudieron suministrar sus nombres y poco más; su historia y carácter han sido irremediablemente perdidos, por falta de una atención más oportuna para asegurar su permanencia en el futuro.

    Desafortunadamente, el ser humano cuya vida y carácter nos ocupa ahora, es uno de los cuales tenemos poca información. Todo lo que podemos encontrar está recogido en algunas colecciones donde ocupa unas pocas páginas y nada más. Después de tantos años no es posible aportar mucho más. El deber del biógrafo es de tal naturaleza que se excluye por completo el ejercicio de la facultad creativa. Por eso, la única opción es recurrir a los trabajos de otros, cualesquiera que éstos pueden haber sido. Podemos decir con toda sinceridad, que no hemos escatimado esfuerzos en consultar todas las fuentes conocidas o presumibles de información a nuestro alcance. El resultado lo ponemos a los pies de nuestros lectores, con la esperanza de que nos van a dar toda la credibilidad por haber hecho cuando estaba a nuestro alcance para equiparlos con el conocimiento de uno de los más útiles y capacitados teólogos puritanos: un hombre, cuya excelencia general, logros teológicos y piedad ferviente, le da derecho a ser respetado y recordado como uno de los grandes y buenos hombres de Dios.

    *(Véase The Nonconformist´s Memorial, una obra magna de las vidas, sufrimientos y material impreso de los 2000 ministros expulsados de Inglaterra en 1662)

    De manera que con la poca de información, podemos avanzar en lo siguiente:

    Stephen Charnock, B. D., [bachillerato en divinidades] nació en el año 1628, en una parroquia de Londres. Su padre, el Sr. Richard Charnock, trabajó como abogado en un Tribunal de ‘Chancery’. Era descendiente de una familia de cierta antigüedad en Lancashire. Stephen, después de un curso de estudios preparatorios, entró como estudiante en el Emmanuel College, Cambridge, donde fue puesto bajo la tutela inmediata del célebre Dr. William Sancroft, que posteriormente fue Arzobispo de Canterbury.

    Esa es la posición más alta en la Iglesia de Inglaterra, donde su maestro estuvo trabajando.

    Hay muchas razones para creer que las universidades raras veces sirven como las cunas espirituales de los jóvenes que asisten a ellas.

    ¿No es cierto que eso es lo que ustedes piensan cuando envían a sus hijos a estudiar? Tiemblan, porque no saben lo que va a pasar en la universidad, y generalmente ninguna universidad le hace bien a los jóvenes.

    ..pero en el caso Stephen Charnock fue diferente. El Espíritu Soberano, que obra dónde y cómo quiere, había determinado que este joven, envuelto en sus primeros estudios, debía experimentar ese esencial cambio de corazón que, además de darle una medida de paz personal, produjo una influencia saludable en todas sus futuras investigaciones, santificando de ahí en adelante el conocimiento adquirido, y preparándole para ser eminentemente útil en la vida de miles de sus semejantes. Debido a este suceso importantísimo, provocado por ese nuevo nacimiento, podemos, seguramente, atribuir la eminencia que adquirió, tanto a nivel de predicador como de teólogo, que posteriormente alcanzó. Por eso, él tenía un estímulo para sus esfuerzos, un motivo para la aplicación decidida y constante, que de otro modo no hubiera existido.

    Probablemente Charnock era un adolescente de trece o catorce años, porque él fue a estudiar a la universidad cuando era muy joven.

    Después de salir de la Universidad, pasó algún tiempo con una familia, no sabemos si como instructor o con el propósito de prepararse mejor para el desempeño de las funciones solemnes y difíciles de la vida pública, en la que estaba a punto de entrar.

    Dice Symington también:

    Poco después de esto, la guerra civil estalló en Inglaterra (1642)…

    La guerra civil comenzó en el año 1642, cuando el parlamento se opuso al rey, y hubo unos años de guerra donde combatieron las fuerzas armadas del parlamento bajo Oliver Cromwell, contra las fuerzas del rey, hasta que el rey perdió su vida en el año 1647. Entonces, hubo un tiempo cuando los protestantes florecieron de muchas maneras hasta que Cromwell murió y trajeron de nuevo al hijo del rey que había sido decapitado, y de ahí en adelante hubo tiempos de mucha opresión contra los no conformistas. Tenían que someterse a la Iglesia de Inglaterra o no predicar.

    Al inicio de ese tiempo, Charnock, que todavía tenía como 15, 16, 17 años, joven…

    comenzó sus labores oficiales como ministro del evangelio de la paz, en algún lugar de Southwark (Londres). Parece que no permaneció por mucho tiempo en esa situación; pero aun así su ministerio allí no quedó sin fruto….

    Hubo unas conversiones donde él estuvo trabajando. Luego:

    En 1649, Charnock se fue de Southwark a Oxford, donde, debido al favor de unos hombres del parlamento con autoridad, obtuvo una beca en el New College; y, poco después, como consecuencia de su propio trabajo, ganó el grado de Master of Arts. Sus dones singulares, y esfuerzos incansables, atrajeron la atención y obtuvieron la aprobación de los miembros eruditos y piadosos de la Universidad, de manera que, en 1652, fue elevado a la posición del ‘Senior Proctor’ [ defensor de los exámenes estudiantiles]. Continuó en ese oficio hasta 1656,

    Todavía no tenía 30 años cuando había hecho todo eso. El llevó a cabo

    ..las funciones de ese oficio de un modo que honró su nombre y benefició a la comunidad.

    Cuando terminó ese período, se fue a Irlanda, donde residió con la familia del Sr. Henry Cromwell, quien había sido nombrado por su padre, el Protector [de Inglaterra], del gobierno de ese país. (Es notable que muchos teólogos eminentes, de Inglaterra y de Escocia, estuvieron por algún tiempo en Irlanda, ya sea como capellanes del ejército o como refugiados de la persecución debida a la intolerancia religiosa.) Charnock parece haber ido allí en calidad de capellán del gobernador, un oficio que, en su caso, demostró no ser “sinecura”.

    ¿Conocen la palabra ‘sinecura’? Yo tuve que buscarla en el diccionario. Sinecura es una posición donde alguien tiene un cargo y el salario, pero no hace casi nada, mientras que el resto de personal trabaja. Parece que había unos capellanes que estaban así, su oficio era sinecura. Otros preparaban la predicación, pero en el caso de Charnock se nos dice que no era así.

    Durante su residencia en Dublín, parece que trabajó en su ministerio con gran regularidad y celo. Predicó, se nos dice, cada día del Señor, con mucha aceptación, a un público compuesto de personas de diferentes denominaciones religiosas, y de distintas clases sociales.

    En aquel tiempo su memoria era tan lúcida que no predicaba con notas. Leí en una parte sobre las cosas que se decían sobre él.

    Su talento y valor atrajeron a los miembros de otras iglesias, y su relación con la familia del gobernador aseguró la asistencia de personas de rango.

    Es decir, que querían complacer al gobernador y por esa causa fueron a escuchar a su capellán.

    Por la asistencia de esas personas de rango sus predicaciones fueron grandemente estimadas y loadas; y esperamos que algunos de ellos también fueran bendecidos. Con todo, muchos de ellos quienes no reconocieron su piedad, y tampoco cosecharon los beneficios salvadores de su predicación, no pudieron sino admirar su conocimiento y sus dones. Procurando ser un «ejemplo al rebaño,» y «caminar dentro de su casa con un corazón perfecto», sus cualidades, tanto públicas como privadas, y sus apariciones [comparencias], ya sea en el púlpito o en el círculo de la familia, lograron la estima de todos los que tuvieron el privilegio de conocerle. Se cree que el grado honorífico de Bachiller en Teología, que tuvo, fue el regalo de Trinity College, en Dublín, conferido durante su residencia en esa ciudad.

    La restauración del rey Carlos, en 1660, puso fin al ministerio de Charnock en Irlanda..

    El rey Carlos no quiso tener nada que ver con el nombre de Cromwell, de manera que el capellán de Cromwell no debía albergar ninguna esperanza de permanecer en el gobierno del rey Carlos, lo cual supuso el fin de su ministerio..

    e hizo imposible que continuara ministrando en otro lugar durante muchos años. Ese acontecimiento produjo un resurgir del poder arbitrario, y trajo, como consecuencia natural, el desalojo de muchos de los ministros más santos que jamás hayan vivido. Entre ellos estaba el excelente personaje de quien estamos hablando ahora. En consecuencia, aunque en su regreso a Inglaterra, fijó su residencia en Londres, no se le permitió ocupar ningún cargo pastoral allí. Sin embargo, continuó en sus estudios con ardor, y en ocasiones usó sus dones de manera privada durante quince años, tiempo durante el cual hizo algunas visitas al Continente, sobre todo a Francia y Holanda.

    No he encontrado a nadie que pueda decir lo que hizo en Francia, ni lo que hizo en Holanda en medio de sus visitas. Algunos opinan que estaba envuelto en algún complot y fue allí para escapar de las investigaciones. Esas son opiniones que he leído. Parece que, además de sus otros estudios, Charnock había estudiado medicina. Algunos creen que hizo trabajos de doctor de medicina durante esos 15 años cuando no pudo predicar ni enseñar públicamente.

    Otra cosa que mencionan es que Charnock perdió su biblioteca en el gran fuego de la ciudad de Londres en el año 1666, pero a pesar de esa pérdida, continuó estudiando, siempre las Sagradas Escrituras. Sin tener concordancias, mucho menos algo parecido a los programas de software de la Biblia, como tenemos hoy día, Charnock hizo referencia a versículos e incidentes de todas las partes de la Biblia continuamente en todo aquello que escribió; y uno puede notar como él tiene referencias bíblicas en todos sus escritos. Además, por lo menos en el libro sobre La existencia y atributos de Dios y también aún en el sermón sobre la pecaminosidad, hay palabras en hebreo y griego halladas en el texto, además de frases en latín. Charnock fue considerado un perito en hebreo y griego.

    Volviendo a citar a Symington:

    Por fin, en 1675, cuando las restricciones del gobierno fueron menguadas, aceptó una llamada de una congregación en la Plaza Crosby [o Crosby Square], para servir como co-pastor con Thomas Watson, el ministro expulsado de St. Stephen, Walbrook. El Sr. Watson era un teólogo presbiteriano eminente, y fue un instrumento en el establecimiento de una iglesia cristiana, que bajo el ministerio del Dr. Grosvenor, llegó a ser una de las más florecientes en la ciudad, tanto en número como en riqueza. Quizá será interesante insertar aquí unas notas breves sobre el lugar de culto que esa congregación ocupaba, siendo el lugar de los trabajos realizadas por Charnock durante una parte principal de su ministerio, y donde terminó su carrera oficial.

    Para ustedes que han leído cosas del puritano Watson, es mucho más fácil que leer a Charnock. Unos cuantos de los libros de Watson han sido traducidos al español, y valen la pena leerlos. En aquel tiempo, Watson y Charnock trabajaron juntos durante cinco años, hasta la muerte de Charnock, allí en esa congregación.

    El lugar en el cual esta congregación presbiteriana humilde se reunía era una sala grande de Crosby House, una mansión antigua en el lado este de la calle Bishopsgate, erigida en 1470 por Sir John Crosby, Sheriff y regidor de Londres. Después de pasar por las manos de varios propietarios, así como, entre otros, Ricardo III, quien la vio como apta para ser una residencia real. Cerca del año 1640, llegó a ser la propiedad de Sir John Langham, un presbiteriano firme y leal al rey. Un incendio calamitoso hizo tanto daño al edificio, que no fue considerado como apto para una residencia de la familia; pero la sala, reconocida por su magnífico techo de madera de roble, afortunadamente había escapado del incendio, y fue convertida en una casa de reunión para la congregación del señor Watson.

    Probablemente, aunque ese hombre era presbiteriano, como siempre había apoyado al rey, disfrutaba de cierto favor real, y pudo dedicar parte de su propiedad como un lugar de reunión para esa iglesia presbiteriana, donde Watson estaba predicando y luego donde Charnock se unió con él en el ministerio….

    El Sr. Symington dice:

    Después de decir tanto sobre el edificio, una o dos palabras con respecto a la congregación que se reunió durante años bajo su techo abovedado, no pueden ser consideradas como algo inapropiado.

    Aquí Symington escribió mucho más que “una o dos palabras” sobre esa iglesia. No es “inapropiado” pero casi todo trata de cómo esa iglesia prosperó durante muchos años después de Watson, aunque desapareció en el año 1769, cuando la congregación entregó ese lugar a sus dueños. Es interesante lo que escribe, pero decidí que no era necesario meterlo en este estudio.

    Dice Symington:

    Después de esa digresión volvamos, para apuntar la última circunstancia necesaria para completar este breve esbozo. La muerte de Charnock ocurrió el 27 de julio de 1680, cuando estaba en el quincuagésimo tercer año de su edad. Los datos que han llegado hasta nosotros de este evento, al igual que los de las otras partes de su historia, son escasos, sin embargo, nos autorizan a afirmar que murió en un estado de ánimo conforme a su excelente carácter y vida santa. Estuvo ocupado, en aquellos tiempos [antes de su muerte], en presentar a su pueblo, en Crosby Hall, esa serie de discursos sobre la existencia y atributos de Dios, sobre el cual descansa principalmente su fama como escritor. Los oyentes y amigos pudieron ver el intenso interés que tenía en las materias de que trataba, y ese interés era considerado como una indicación de que estaba acercándose a ese estado en el que iba a ser «lleno de toda la plenitud de Dios.» No pocas veces le oyeron dar expresión a un anhelo ferviente de esa región por la cual evidentemente estaba ya bien preparado. Como es natural, estas circunstancias fueron consideradas como pruebas de que su poderosa mente, aunque todavía en la tierra, había comenzado a «despojarse de su mortalidad», y fue madurando rápidamente para el paraíso de Dios.

    Su muerte le sobrevino en la casa del Sr. Richard Tymns, en la parroquia de Whitechapel, Londres, y por eso se puede inferir que su partida fue repentina. El cuerpo fue llevado inmediatamente después a la casa de las reuniones en la Plaza Crosby, en la cual había servido en sus oraciones y predicación. De allí, acompañado por una larga fila de dolientes, fue llevado a la iglesia de San Miguel, Cornhill, donde fue depositado cerca de la torre de la campaña. El sermón fúnebre fue predicado por su amigo de muchos años y compañero de estudios en Cambridge, el Sr. John Johnson, tomando su texto de estas palabras que eran apropiadas: «Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre.» (Mateo 13:43.)

    Este un resumen de los hechos, de los cuales tenemos conocimiento, en cuanto a la vida de este gran hombre. Es cierto, no hay sorprendentes sucesos e incidentes espectaculares en la narrativa, que son cosas que atraen la atención de la multitud, y que son tan gratificantes para los que están en busca de la emoción más que de la edificación.

    Después el autor nos dice que podemos sacar mucho beneficio del estudio de una vida “ordinaria”, porque la mayoría de nosotros somos “ordinarios” y así podemos relacionarnos con otros que son como nosotros.

    Luego el autor examina el carácter de Charnock, comenzando con sus cualidades mentales. Obviamente tenía una buena mente.

    Después habla de sus cualidades morales – y esto es mucho más importante. Él fue un hombre que sirvió al Señor Jesucristo. (Colosenses 3:23-24.)

    Parece que era un hombre tranquilo, no muy sociable en la opinión de muchos. Tenía grandes poderes de concentración. Dicen que andaba caminando por las calles como si no hubiera nada, perdido en sus pensamientos, orando, meditando, y como diríamos, despistado. Así era Charnock.

    “Si hubiera pasado menos tiempo en sus estudios, no hubiera sido tan estimado en el púlpito” (palabras de uno de los editores de sus obras).

    Todos mencionan que debió de haber sido un golpe fuerte perder su biblioteca en el año 1666, pero no se encuentra nada de queja en sus escritos. Él aceptó la providencia de Dios en su vida.

    Como predicador, parece que la gente le escuchaba con mucho interés.

    Mencioné que en su juventud tenía la reputación de predicar sin notas, pero en su vejez, parece que hubo un momento cuando perdió la memoria. Todos nosotros llegamos a esos momentos, si el Señor nos da vida. Ya yo he llegado, y tengo mis notas aquí. Él estaba tan inseguro aparentemente, que estaba leyendo—y además tenía problemas con la vista— por lo que estaba allí con su lupa leyendo. Aparentemente no era fácil escuchar a Charnock en su vejez; pero en su juventud, especialmente en Irlanda, muchos le escuchaban atentamente. Aun cuando era muy joven algunos fueron convertidos.

    Sus sermones eran prácticos, evangélicos, también se dice de ellos que estaban “rociados con la sangre de Cristo”. Él quería que la gente conociera a Jesús en su predicación.

    Como les dije, hay cinco tomos de sermones, porque aún La existencia y atributos de Dios fue dado en una serie de sermones, los cuales son largos y extensos. A Charnock lo conocemos especialmente como autor.

    Hay una traducción del prefacio que Gordon Clark escribió para la edición de The Existence and Attributes of God (1958).

    Cito algunas de las cosas que Clark escribió:

    La vida de Stephen Charnock (1628-1680), en contraste con la turbulencia de Inglaterra a mediados del Siglo XVII, no tuvo apenas incidentes. La ocurrencia de un evento, sin embargo, aseguró su reputación como adherente a los principios del evangelio, porque, aunque no fue apresado como John Bunyan, sí que fue uno de los ministros expulsados bajo la Restauración inquisidora de Carlos II.

    Esto es lo que dice Clark: era un evangélico, un no conformista.

    Él también tuvo un cargo de joven en Southwark; siendo un auxiliar y luego procurador en Oxford (1649-1656); fue a Dublín como capellán del gobierno; y en 1675, cuando las restricciones a los ministros reformados se suavizó un poco, él aceptó un llamado a Crosby Square, donde permaneció hasta su muerte.

    Como hacía un uso responsable de su tiempo, además de la predicación de sermones cuidadosamente preparados, se hizo evidente su formación teológica con la publicación póstuma de sus manuscritos, de los cuales Discourses upon the Existence and Attributes of God [Discursos acerca de la Existencia y los Atributos de Dios] es el más famoso…

    Los puritanos son conocidos por escribir abundantemente. Nuestra impaciencia nos pone un espejo frente a ellos, y nos desacredita. En nuestra agitada época, la práctica de la meditación no es popular; y nuestros estándares educacionales han reemplazado a los volúmenes sólidos por pequeños libros de cómics. Incluso el Sr. Defensor de la Verdad [Valiant for the Truth], que en el Siglo XX está ocupado batallando por la Expiación y la Resurrección frente a los modernistas y neo-ortodoxos en las iglesias [¿quién podría condenarlo por tan necesaria actividad?], con dificultad tiene tiempo para pensar en la gloria divina y reflexionar acerca de la naturaleza de Dios.

    Pero cuando, inesperadamente, la esencia y los atributos de Dios son cuestionados, ¿a quién podemos acudir mejor que a Stephen Charnock?…

    Algunos cristianos devotos y enérgicos consideran esas preguntas sin importancia y una pérdida de tiempo. Campañas evangelísticas, trabajo personal, viajes misioneros, comunidades de jóvenes, y espectaculares servicios a la puesta del sol deberían, dicen ellos, ocupar toda nuestra energía. La teología es un valle de huesos secos en el cual el Espíritu nunca sopla: deja a la docena de cristianos muertos con sus libros muertos. Nosotros viviremos abundantemente [dicen ellos].

    Con relación a esa queja podemos decir que Stephen Charnock, aunque no fue un John Wesley ni un Billy Graham, cumplió fielmente aquellas responsabilidades pastorales que todos admitimos que deben ser practicadas y necesarias. En verdad fue este cuidado por las almas lo que motivó este estudio. Si un ministro del evangelio debe presentar a las personas a su Señor, el Dios Trino, evidentemente él debe conocer al Señor. Mientras más profundo, rico y extensivo sea ese conocimiento, es mejor. … ¿Entonces cuál es la naturaleza, la esencia, los atributos de Dios? Charnock quiere que sus lectores tengan familiaridad con Dios…

    (https://reformadoreformandome.wordpress.com/2012/09/13/sobre-charnock-y-el-estudio-de-los-atributos-de-dios/)

    Mencionamos antes que todos sus escritos, menos uno (Sinfulness and cure of thoughts), fueron publicados después de su muerte.

    No sabemos mucho de él, pero por sus escritos mantenemos ese contacto con él.
    Hace muchos años leí un ensayo, no me acuerdo ahora ni el nombre del autor, pero me gustó mucho, porque el autor dice que casi todos nosotros consideramos un honor el reunirnos con personas de la alta sociedad: el gobernador o el presidente o el rey, quien sea. Tenemos una tendencia de jactarnos de las personas que conocemos cuando son personas conocidas. El autor de ese ensayo dice que tenemos la oportunidad de comunicarnos con reyes y filósofos y poderosos. ¿Cómo? Tenemos los libros de ellos. Una persona puede leer sus pensamientos, leer sus exposiciones. Entonces, debemos dar gracias a Dios.

    Yo puedo conocer a Charnock; ustedes pueden conocer a Charnock. No personalmente, pero por medio de sus escritos. ¿Qué pensaba él; cómo manejaba la Biblia?

    La verdad es que en mi caso, cuando era muy joven todavía, pero con el deseo de servir al Señor en el ministerio, observé cuán cuidadosamente Charnock trató los textos principales sobre los cuales sacó la doctrina, con cuidado y de manera atractiva. Su formato fue el de tener un texto, y dar una breve exposición del mismo. Luego dice, “De este texto se desprende esta doctrina”. Entonces expone la doctrina con sus razones y termina con su uso.

    Éxodo 15:11 adquirió un poder inolvidable para mí. Hay algunos versículos de la Biblia que nunca puedo leer sin pensar en Charnock.

    Éxodo 15:11, “¿Quién como tú entre los dioses, oh Señor? ¿Quién como tú, majestuoso en santidad, temible en las alabanzas, haciendo maravillas?”

    Ese es el texto que Charnock usa para hablar de la Santidad de Dios. “Majestuoso en Santidad”. Charnock, expuso en ese artículo que, para mí fue probablemente lo que más me impactó, una de las razones mas importantes: “Si hay alguna excelencia o atributo que está por encima de los demás [y eso en un sentido no puede ser] será la Santidad de Dios”. Por ejemplo, Dios muestra su misericordia a quien quiere, pero Dios siempre es Santo. La Biblia no dice amor, amor, amor. Dice Santo, Santo, Santo. Entonces, cuando él comienza a hablar y enfatizar cuán importante es la Santidad de Dios le obliga a uno a pensar: “¿Y qué soy yo?” Ese Dios santo dice, “Sed santos porque Yo Soy Santo”.

    Eso fue una tremenda experiencia para mí. Hasta el día de hoy estas cosas se quedan dentro de mi, han formado parte del ministerio durante 50 años. Yo no sé cuando llegó a ser esa convicción parte de mi ser, como hombre y como pastor. Y no estoy solo en esta apreciación: usted lee lo que Arthur Pink escribió sobre los atributos de Dios, una lectura fantástica y más fácil que Charnock, pero Pink cita a Charnock. J.E. Packer cita a Charnock en Knowing God, El conocimiento de Dios. Cualquier persona que ha escrito algo que vale la pena leer sobre los atributos de Dios, lo más probable es que haya leído a Charnock, y si no lo ha leído quizá debería sentir vergüenza por no haberlo hecho, porque ese libro es realmente valioso.

    Vuelvo y digo: hay versículos que siempre asocio con Charnock. Vamos a ver algunos.

    Salmo 90:1-2, “Señor, tú has sido un refugio para nosotros de generación en generación. Antes que los montes fueran engendrados, y nacieran la tierra y el mundo, desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres Dios”. Ese fue el texto de su discurso sobre la eternidad de Dios.

    Salmo 103:19, “El Señor ha establecido su trono en los cielos, y su reino domina sobre todo”. Ese texto es de la Soberanía de Dios. “Su reino domina sobre todo”.

    Salmo 147:5, “Grande es nuestro Señor, y muy poderoso; su entendimiento es infinito”. (Discurso sobre el conocimiento de Dios.)

    Jeremías 23:23-24, “¿Soy yo un Dios de cerca—declara el Señor—y no un Dios de lejos? ¿Podrá alguno esconderse en escondites de modo que yo no lo vea?—declara el Señor. ¿No lleno yo los cielos y la tierra? —declara el Señor”. (Texto sobre la Omnipresencia de Dios.)

    Uno que es quizá importante para mi, junto con Éxodo 15:11 es Job 26. Probablemente yo no había leído mucho el libro de Job. Charnock comienza a explicar lo que está pasando aquí, como Bildad había atacado a Dios y le había dicho que Dios es poderoso. Entonces Job básicamente dice, “Mira, Bildad, yo sé que Dios es poderoso. Yo también puedo darte a ti un seminario sobre el poder de Dios”. Él escribe cosas del poder de Dios, y después de hablar de cosas grandes que Dios ha hecho llega al versículo 14 y dice, “He aquí, estos son los bordes de sus caminos; ¡y cuán leve es la palabra que de Él oímos!” La versión de las Américas es más literal. A mí me gusta la RV60 aquí. “Cuán leve el susurro que oímos de Él”. La idea en el hebreo es como un susurro de palabras, es como algo que apenas percibimos. “¡Cuán leve es la palabra que de Él oímos! Pero su potente trueno, ¿quién lo puede comprender?” “Trueno” representa el poder de Dios. “Su poder, ¿quién lo puede entender?” De ahí Charnock comienza a hablarnos del gran poder de Dios.

    Bueno, por lo menos para mí era una tremenda experiencia tener este libro, leer sus exposiciones, leer su doctrina, leer su uso, ver como los puritanos enseñaron, cuán importante era para ellos la aplicación y que la doctrina no es algo que simplemente entra por el oír. ¡Tiene que ser algo que afecta todo nuestro ser!

    “La Palabra de Dios es útil para enseñar y para redargüir y para corregir y para instruir y disciplinar en justicia, para que el hombre de Dios sea preparado enteramente para toda buena obra”.

    Por eso, en mi caso, cada vez que oigo el nombre de Charnock pienso en ese libro, pienso en la existencia y los atributos de Dios. Pienso especialmente en la santidad, en la bondad, en el poder, en aquellas cosas que Dios usó en mí juventud para hacerme bien.

    Hermano Piñero, aunque no haya mucha información sobre Charnock, doy gracias a Dios porque he tenido la oportunidad de repasar estas cosas y pensar nuevamente en cuán bueno ha sido Dios conmigo en permitirme tener algo como esto. Espero que sea así con todos ustedes.

    Pueden dar gracias porque cualquier provecho que han recibido de Pink o de Packer o de otros, es porque Dios puso a hombres como estos en la tierra también. Recomiendo el estudio de ese libro a los que puedan leerlo en Inglés. No es fácil. Los que quieren estudiar lo que la Biblia enseña sobre este gran YO SOY que nosotros adoramos será por medio de Cristo Jesús.

    Vamos a orar.

    Te bendecimos, Señor, por Tus obras maravillosas, por los maestros que diste, que has dado y que sigues dando a Tu Iglesia. Te damos gracias por este hombre Charnock a quien podemos conocer mediante sus escritos. Te pedimos que podamos estimarte como aparentemente él te estimó, que podamos adorarte y meditar en Ti, andar contigo. Ayúdanos, te suplicamos, en el nombre de Cristo Jesús. Amén.

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    Línea de tiempo

    1628         Nacimiento en Londres.
    ¿    ?          Padre: Richard Charnock, abogado
    ¿    ?          Estudió en “Emmanuel College”, Cambridge
    ¿    ?          Maestro: William Sancroft (luego arzobispo de Canterbury)
    ¿    ?          Convertido durante su tiempo de estudios en Emmanuel
    1642         Ministro en Southwark. No por mucho tiempo, pero hubo fruto.
    1649         Se mudó a Oxford. Recibió Maestría en Artes.
    1652-56   “Senior Proctor” (Supervisor de exámenes) en Oxford
    1657          Vivió con la familia de Henry Cromwell en Irlanda. ¿Capellán?
    1660         Por la restauración de la monarquía, su ministerio finalizó.
    1662         Por no conformarse a la imposición legal, le fue prohibido predicar
    1662-75   Estudió, viajó a Francia y a Holanda
    1675         Llamado a Crosby Square como co-pastor con Thomas Watson
    1680        El 27 de julio, murió. Sermón del funeral por John Johnson

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